Las barcas fondeadas sin autorización en la orilla de la playa de Es Clot es una constante cada verano, al igual que en toda la costa vecina de Es Barcarès. | Lola Olmo

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Residentes en la urbanización de Es Morer Vermell y vecinos de Alcúdia que frecuentan la pequeña cala conocida como Es Clot han denunciado el peligro que supone para los bañistas la presencia de numerosas embarcaciones que fondean de manera ilegal en la orilla y después atraviesan la zona de nado para hacerse a la mar, sin respetar las boyas que prohiben la circulación de barcos entre el canal señalizado y la orilla.

La presencia de embarcaciones de pequeña eslora en las aguas poco profundas de Es Clot no es una novedad. Todos los años se registran decenas de fondeos ilegales perfectamente visibles, con «muertos» caseros fabricados con ruedas o bloques de hormigón y largas cadenas que se arrastran por el fondo marino con las corrientes, perjudicando su estado. Para poder salir a la mar y regresar a sus «muertos» ilegales, atraviesan la zona de baño.

Las embarcaciones navegan entre los bañistas que están en el agua.

«Lo más peligroso es que los dueños de muchas embarcaciones no respetan el canal de entrada y salida señalizado por Ports IB con boyas, sino que circulan por fuera de él por medio de las personas que se están bañando, entre ellos niños y personas mayores». La saturación de barcas y de bañistas se incrementa los fines de semana. En julio los usuarios denunciaron la presencia de dos motos de agua que entraron en varias ocasiones hasta la misma orilla de la pequeña playa que hay junto a un antiguo embarcadero.

Impunidad y denuncias

«El problema es que si les avisas de que no pueden navegar por la zona de baño, muchos encima te insultan, o no, pero siguen navegando por fuera del canal de navegación que está marcado con boyas», señala uno de los vecinos. Otra usuaria habitual de Es Clot explica que el incivismo no se limita al mar, sino que también se viven situaciones tensas en la pequeña explanada que precede a la cala. «Hay gente que viene a montar fiestas sin ningún tipo de permiso, hace poco vino un grupo que eran casi un centenar de personas que ocuparon todo el espacio con mesas, sillas, guirnaldas e incluso animadoras, y no dejaban pasar a los vecinos», explica indignada.

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El concejal de Policía del Ajuntament d’Alcúdia, Juan José Sendín, reconoce que existen quejas vecinales por incivismo en la que hasta hace poco era una tranquila playa de ambiente familiar. «Ahora viene mucha más gente y no todos son tan respetuosos; respecto a las barcas, no tenemos medios ni competencias para actuar, pero si se topan con ello deben llamar la Policía Local y levantaremos acta; de hecho en julio nos llamaron los vecinos por la presencia de motos de agua en la orilla y pusimos la correspondiente denuncia». Sendín insta a los vecinos a denunciar también si se topan con fiestas ilegales. «Hay gente que pide permiso para cerrar una calle por alguna fiesta, pero no la explanada de Es Clot», señala.

Respecto a los fondeos ilegales, que se cuentan por decenas en Es Clot y por centenares en el tramo de costa de Es Barcarès, a pocos metros, las competencias son del Govern y no ha habido actuaciones para retirarlos.

A menudo hay gente que lleva perros a la pequeña cala, pese a que está prohibido.

Incivismo

Vecinos de la zona que residen o veranean allí desde hace más de cuatro décadas apuntan que "el Ajuntament d'alcúdia no hace un buen mantenimiento de la zona, basta ver el estado de abandono de una antigua caseta de pescadores con un solar vacío que es de propiedad municipal y «en el que crece la hierba y algunos lo utilizan como aseo».

Los residentes denuncian también que la proliferación de fiestas multitudinarias en la explanada de Es Clot, «deja un rastro de residuos y colillas; es imperdonable ver cómo se degrada un lugar tan querido por la gente de Alcúdia sin que nadie lo evite», señalan. Otra cuestión criticada es que algunos llevan perros y los bañan allí, pese al cartel que lo prohibe expresamente justo a la entrada de la cala. Y finalmente «los muchos que entran con sus motos hasta casi la orilla, cuando hay un pilón y un cartel en el que se prohíbe el paso de vehículos», apunta otro afectado.