Ricardo Olivieri es el propietario de este precioso Corvette de 1979 que cuida con mucho esmero. | Juan Miguel Giménez
20/09/15 0:00
Ricardo Olivieri se declara un enamorado de Mallorca y de su Corvette. Este italiano que llegó hace más de treinta años a la Isla se siente muy orgulloso de este vehículo, que fue un regalo de su mujer. El coche lo adquirió en Sabadell y nos decía que lo que realmente le vuelve loco de este vehículo es su línea; lo considera un coche de líneas muy cuidadas y sobre todo destaca su gran morro de más de tres metros, eso es lo que realmente le da personalidad.
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Aunque parezca mentira, cuando se introdujo el Chevrolet Corvette en 1953, en USA fracasó de inmediato. A pesar de su posterior indudable éxito, al principio a los estadounidenses no les acababa de entrar un modelo deportivo “pequeño y de diseño europeo” (?: una comparación impensable para el más que tradicional estilo del diseño europeo de coches de esa época) que sólo tenía dos plazas y del que les parecían escasas prestaciones su Blue Flame Straight-6 y las únicas 2 velocidades Powerglide automáticas con que fue lanzado. Incluso el padre de la defensa de los consumidores americanos, Ralph Nader, lo criticó. La General Motors tuvo que hacer planes para "saltarse" el escaso éxito inicial del 'Vette, cosa que intentó lanzando el Oldsmobile F 88 de 1954, mucho más acorde al estilo americano. Pero despues, tras algunas mejoras, se reconoció su indudable valía tanto por prestaciones como por su magnífico diseño. Incluso los mismos americanos hoy lo tienen como un icono clásico muy buscado por sus coleccionistas