Antonio Juan, hijo de Mariano, ya fallecido; junto al . | Miguel Giménez

TW
2

Antonio Juan tiene dos coches históricos, aunque no se considera un coleccionista. Hace unas semanas publicamos un 131 Supermirafiori de su propiedad que adquirió en 1984 y que le ha durado hasta nuestros días en perfectas condiciones. Pero si del Seat 131 guarda muy buenos recuerdos, aún más los tiene de este Seat 850 Especial de dos puertas que era el vehículo de su padre, Mariano, ya fallecido. Decidió quedarse con el coche tras la muerte de su padre por nostalgia; ambos coches estaban aparcados el uno junto al otro y decidió que no valía la pena venderlo, por lo que decidió quedárselo. El coche lo compró su padre en 1969 y fue el primer y único coche que tuvo. El vehículo está en excelentes condiciones y todas sus piezas son originales, pues siempre ha estado guardado en el garaje, lo que ha permitido que se conserve en buen estado. Además, no ha sufrido ningún tipo de golpe y conserva su color original, un azul que en aquella época era bastante frecuente.

DESCAPOTABLE

En la actualidad Antonio lo utiliza con cierta regularidad para que el coche no sufra la inactividad; suele hacerle algunos kilómetros cada vez que lo saca y por lo demás le dedica el mantenimiento que necesita un vehículo de estas características, es decir, mirar los niveles de aceite y agua y frenos y poca cosa más. Las revisiones de industria las pasa sin ningún problema.

Noticias relacionadas

Por lo que respecta al vehículo, decir que es el 850 pertenecía al segmento B y fue producido por el fabricante español Seat bajo licencia de Fiat y basado en el Fiat 850. Conjugaba un precio asequible con una mayor habitabilidad que su antecesor, el 600, por lo que se convirtió en uno de los referentes en la incipiente motorización de las familias españolas de clase media de la época.

En el año 1964, la empresa automovilística Fiat lanzó al mercado el 850. Aunque algunos Fiat 850 fueron exportados a España, la fabricación bajo licencia del Seat 850 no comenzó hasta 1966, año en el que el nuevo automóvil se presentó al público en el Salón del Automóvil de Barcelona. En el mes de abril, se puso a la venta el 850 N (Normal), con carrocería de tipo berlina. Esta primera versión tenía un motor trasero de 843 centímetros cúbicos que proporcionaba 37 CV de potencia, con el que podía alcanzar una velocidad máxima de 125 km/h.

DOS PUERTAS

Inicialmente, sólo estaba disponible la carrocería de dos puertas, pero pronto apareció una primera versión de cuatro puertas inspirada en la del carrocero italiano Francis Lombardi, y que compartía la batalla con la berlina de dos puertas. Más tarde se presentaría una nueva carrocería de cuatro puertas con diseño español, que aumentaba en longitud respecto a la berlina inicial. En España, este vehículo alcanzó una amplia popularidad, convirtiéndose en el primer automóvil del que disfrutaron muchas de las familias de la época. En ciudad se comportaba con agilidad gracias a su buena maniobrabilidad, aunque en carretera adolecía de cierta falta de estabilidad, debido a su disposición ‘todo atrás' (motor trasero y tracción trasera). Además, uno de los principales problemas de los que los usuarios se quejaban era el sobrecalentamiento del motor.