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FRANCE PRESS-PITTSBURG El presidente estadounidense, George W. Bush, decidió promulgar ayer una ley que refuerza los derechos del recién nacido, cualquiera que sea su estado de desarrollo, incluyendo los fetos que sobrevivan a un aborto. Esta ley federal, denominada Born Alive Infants Protection Act, dispone que el recién nacido es una «persona» jurídica, cualquiera sea su manera de alumbramiento, con los derechos que a ella le corresponden.

Durante una ceremonia en Pittsburgh, el presidente Bush señaló que la nueva ley establece un principio en el derecho norteamericano y en las conciencias, ya que «no tenemos derecho a destruir un niño que nace con vida». La ley define como «viviente» a un recién nacido si muestra signos vitales «después de la expulsión o la extracción completa de la madre», es decir al concluir el embarazo: latidos del corazón, respiración y movimientos voluntarios. La promulgación de esta ley es una victoria para los grupos de presión contra el aborto en Estados Unidos porque hace más ligera la distinción entre aborto e infanticidio.