Daniel Vasella, presidente ejecutivo del grupo Novartis, durante la reunión en Davos.

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EUROPA PRESS-DAVOS
Los máximos responsables de varios grupos farmacéuticos alcanzaron este fin de semana un principio de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre el acceso a medicamentos por parte de los países menos desarrollados. En algunos casos, los laboratorios dieron a conocer sus propias iniciativas en este sentido para proporcionar tratamientos contra el sida a un precio menor para estas naciones.

El director general de la OMC, Supachi Panitchpakdi, precisó el domingo que algunos de los 144 miembros de la organización estaban a punto de hacer propuestas en esta dirección y reconoció que «tras superar las difíciles negociaciones mantenidas a finales del año pasado», ahora sí se pueden percibir algunas vías para un compromiso.

«Hemos hablado entre nosotros y hemos llegado a un principio de acuerdo» durante un encuentro celebrado ayer, al margen del foro económico, entre Panitchpakdi y los máximos responsables de las principales empresas farmacéuticas, añadió por su parte el presidente de Pfizer, Henry McKinnell, precisando que «el problema ahora es plasmar ese acuerdo por escrito».

Al respecto, señaló que las compañías farmacéuticas se han dado cuenta de que, aunque este acuerdo con la OMC no deja de ser una «cuestión mayormente simbólica para el mundo en desarrollo, en la práctica, es un gesto bastante modesto en términos de licencias». «De hecho, afecta solamente a unos 300 productos farmacéuticos», precisó.

Por su parte, su homólogo en la estadounidense Merck, Raymond Gilmartin, apuntó que, en cualquier caso, la última palabra la tienen las autoridades nacionales de los países en desarrollo, ya que aunque los medicamentos fueran totalmente gratuitos, «la limitación reside en la capacidad de los sistemas sanitarios».

Entre los acuerdos ya firmados de forma unilateral por algunos grupos figura el anunciado el pasado viernes por el estadounidense Pharmacia con la Asociación Internacional para la Dispensación de fármacos para proporcionar a los países en desarrollo una versión genérica de su medicamento contra el sida Delavirdine. «Se trata de un acercamiento novedoso a la compleja cuestión del acceso a los medicamentos que creemos merece la pena probar en el mundo real», apuntó el presidente del grupo, Fred Hassan.