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El virólogo alemán Wolfgang Preiser, experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investiga el brote de la neumonía atípica, ve indicios de debilitamiento del virus, especialmente en la provincia china de Guangdong, donde se originó la epidemia.

La enfermedad ha causado hasta ahora más de un centenar de muertos, la mayoría en China, y se calcula que ha afectado a 2.781 personas, casi la mitad de ellas en el gigante asiático.

«Hay síntomas de que a cada transmisión, de persona a persona, se debilitan sus efectos», manifiesta Preiser, en una entrevista que publicó ayer el diario «Frankfurter Rundschau».

Según el virólogo, en Guangdong el brote del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, siglas en inglés) llegó a su punto más alto y ahora empieza a remitir, aunque advierte que se desconoce exactamente aún el alcance de su transmisión.

Preister es uno de los virólogos enviados por la OMS a China para investigar el brote de neumonía atípica y ha inspeccionado varios hospitales de Guangdong, la provincia donde se originó.

Por su parte, el Gobierno chino ha prohibido al equipo de investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el acceso a los hospitales militares de Pekín donde, según fuentes independientes, han muerto varias decenas de personas por neumonía atípica.

«Nuestro equipo de expertos no ha recibido el permiso para visitar los hospitales militares de la capital china. Estos centros han sido objeto de preocupantes rumores en las últimas semanas», señala el último comunicado de la OMS.

Según ha podido comprobar Efe, varios hospitales militares de la capital china han cerrado sus puertas, tanto para evitar la transmisión de la enfermedad como reducir al mínimo la filtración de información sobre el número de casos en Pekín.