La existencia de un «lobby anticristiano» en el mundo, fue
denunciada ayer en el Vaticano por el cardenal Renato Martino,
actual presidente del Consejo Pontificio por la Justicia y la Paz,
que antaño representó a la Santa Sede ante las Naciones Unidas
(ONU). «Los lobbys, llenos de dinero y arrogancia, son ahora la
santa inquisición, que han puesto en el banquillo de los acusados a
la Iglesia católica y a los cristianos», afirmó Martino.
La denuncia del cardenal fue hecha durante una conferencia de
prensa ofrecida en el Vaticano para ilustrar la próxima publicación
de una síntesis sobre la doctrina social de la Iglesia en la que
defiende a los pobres e indefensos. Todos «esos lobbys culturales,
económicos y políticos emplean como método lícito el de cerrarle la
boca a los cristianos, intimidarlos ante el público, discriminarlos
culturalmente dejándolos de lado», dijo.
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