Rajoy, en el acto de clausura de la convención 'Educación, calidad, libertad y equidad'.

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Diez meses después del cambio del Gobierno, la Ley de Calidad de la Enseñanza aprobada bajo el Ejecutivo de José María Aznar sigue defendiéndose desde las filas del PP.

En el papel principal que Rajoy otorgó a la familia en el proceso educativo, el líder de la oposición apostó por la conciliación de la vida laboral y familiar. «Por eso, debemos contribuir a que los calendarios, los horarios escolares y las aperturas de los centros educativos tengan en cuenta las necesidades de los alumnos y de sus familias», aseguró Rajoy durante la clausura de la convención 'Educación, calidad, libertad y equidad'.

Ayer su presidente, Mariano Rajoy, apostó por que el Gobierno socialista regrese a los postulados de esta normativa, aprobada en la anterior legislatura, basándose en cuatro principios: la autonomía de los centros educativos, primar el esfuerzo del alumno, dar libertad de elección a los padres y valorar al profesorado, al que definió como «el mayor capital de nuestro sistema educativo», argumentó.

Rajoy dijo que es necesario que cada uno de los centros escolares posea «su fisonomía propia». «Y, por ello, debemos reforzar su autonomía y facilitar la elaboración de proyectos educativos propios», dijo y defendió los centros de «especialización curricular» recogidos en la LOCE.

El presidente del PP aprovechó su intervención para criticar la labor del Gobierno socialista en esta materia hasta la fecha. «¿Qué ha hecho hasta ahora? En estos diez meses ha tomado tan solo una sola decisión en materia educativa: paralizar la aplicación de la Ley de Calidad. Y lo ha hecho, además, utilizando la vía del Decreto. Lo que es algo insólito en nuestra democracia, y que es la mejor definición que se puede dar de eso que llamamos el nuevo talante».

Según Rajoy, la labor del Gobierno socialista ha evitado poner en marcha una educación infantil con contenidos de mayor calidad. El Ministerio de Educación, continuó, ha paralizado los currículos de las enseñanzas primarias que reforzaban las materias que más necesitan los alumnos; ha paralizado el adelanto del aprendizaje del inglés a partir de los 6 años; y ha dejado sin oportunidades a los más de cincuenta mil alumnos que, según el presidente del PP, ya este curso podían haber accedido a los programas de iniciación profesional.

«En este sentido, la decisión del Gobierno socialista tiene ya una primera consecuencia: dos años perdidos en la mejora de la educación de nuestro país. Dos años que ya no podremos recuperar», culminó Rajoy.