«Todos somos conscientes del mal producido por nuestra patria en
el siglo XX y lo reconocemos con vergüenza y dolor», dijo el
pontífice en el discurso de despedida a autoridades civiles y
religiosas de Alemania, pronunciado antes de tomar el avión.
En estos días «se ha puesto de manifiesto otra Alemania, un país
de valiosos recursos humanos, culturales y espirituales», siguió
diciendo el Papa, quien se congratuló de que los jóvenes llegados a
Colonia hayan tenido oportunidad de conocer esa realidad y expresó
el deseo de que los valores germanos «vuelvan a irradiar en el
mundo».
Durante los cinco días que duró la Jornada Mundial de la
Juventud, «Alemania ha sido el centro del mundo católico» y el
Santo Padre señaló que «los jóvenes de todos los continentes y
culturas...han hecho visible una Iglesia joven, que con imaginación
y valentía...busca una humanidad más justa y solidaria».
El Papa se congratuló especialmente de los diálogos mantenidos
durante su visita con representantes de otras confesiones
cristianas y de otras religiones.
A partir de ahora dijo esperar «que se intensifique el
compromiso común (entre las iglesias) de formar a las jóvenes
generaciones en los valores humanos y espirituales que son
indispensables para construir un futuro de libertad y paz
verdadera».
Tras agradecer el esfuerzo de todos los que participaron en la
organización de la jornada, y antes de «invocar abundantes
bendiciones divinas para un futuro de serena prosperidad, de
concordia y de paz», el Papa contó que abandona su país «con el
corazón henchido por las emociones y recuerdos de estos días».
Asimismo, el papa Benedicto XVI condenó ayer el «boom de lo
religioso», que transforma la religión en «producto de consumo»
ante los más de un millón de fieles que asistieron a la misa de
clausura de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Colonia.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.