El papa Benedicto XVI piensa llevar a cabo una «purificación» dentro de la Iglesia.

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AGENCIAS-NUEVA YORK
El Vaticano promulgará próximamente nuevas normas que prohibirán que los homosexuales puedan convertirse en sacerdotes, aunque mantengan el celibato, según informó ayer el diario «The New York Times» citando como fuente principal a un funcionario eclesiástico que prefirió, según recoge el rotativo, permanacer en el anonimato.

Las nuevas normas no suponen ningún giro teológico dentro de la Iglesia católica, sino una aclaración. De hecho, dicho diario recuerda que un documento del Vaticano de 1961 ya aconsejaba que no se permitiera la ordenación de quienes tuvieran «inclinaciones perversas hacia la homosexualidad o la pederastia».

La prohibición no se aplicará a los sacerdotes en activo, sino únicamente a los seminaristas y aspirantes a entrar en los seminarios.

Según la misma fuente, entraría en vigor de aquí a seis semanas, si bien el documento aún no ha sido firmado por el Papa Benedicto XVI. «La pregunta no es si esto se publicará, sino cuándo», agregó.

Según la fuente, los aspirantes homosexuales al sacerdocio, aunque se comprometan a permanecer castos, pueden sentirse tentados en un seminario, «que tiene un ambiente especial, ya que uno está rodeado de hombres, no de mujeres».

Además del nuevo documento, que se aplicará a la Iglesia en todo el mundo, según este diario, se ha ordenado a investigadores del Vaticano que visiten cada uno de los 229 seminarios que hay en Estados Unidos.

«Aunque se empezó a trabajar en el documento hace años, durante el Pontificado de Juan Pablo II, quien falleció el pasado abril, su publicación será un acto de definición dentro del joven Papado de Benedicto XVI, un conservador que la primavera pasada se refirió a la necesidad de 'purificar' a la Iglesia después de los dañinos escándalos sexuales de los últimos años», indicó el rotativo.

Si bien el documento no se ha publicado aún, las medidas que contiene ya han despertado opiniones diversas. La organización estadounidense Católicos Unidos por la Fe mostró su respaldo porque entiende que actualmente algunos aspirantes heterosexuales al sacerdocio podrían no querer entrar en los seminarios porque han oído que la mayoría de los seminaristas son homosexuales.