La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de
Aragón, Eva Almunia, miembro del Patronato, felicitó también al
Príncipe y le preguntó si era verdad que la pequeña Leonor lloraba
tanto, como su abuela, la Reina, comentó poco después de verla por
vez primera, el lunes por la mañana, cuando acudió a la clínica
acompañada del Rey. «Ya no llora, sólo fue al principio», respondió
el padre. Pero no quedó ahí la curiosidad y las preguntas al
Príncipe sobre su hija. José García Velasco, patrono también y
anterior director de la Residencia de Estudiantes, advirtió al
Príncipe, desde su experiencia de padre: «¡ya verá con los gases!».
Tras la reunión, en la que fue informado de las actividades
llevadas a cabo en 2004 y 2005, el Príncipe conversó unos minutos
con los periodistas, a los que dijo que doña Letizia se recupera
bien de la cesárea que le practicó el equipo médico que atendió el
parto en la madrugada del lunes, encabezado por el ginecólogo Luis
Ignacio Recasens. La pequeña Leonor también se encuentra «bien».
«Come y duerme», como cualquier recién nacido, aunque sus padres,
reconoció el príncipe de Asturias, no pueden dormir todo lo bien
que quisieran. «Dormimos poquito, lo normal», precisó.
A pesar de eso, el Príncipe se muestra pletórico en su nueva
condición de padre y habla con entusiasmo de su pequeña. «¿Qué tal
se le da cogerla?», pregunta un periodista. «Bien, bien, pero con
mucho tiento», responde el Príncipe, quien dice no encontrar
todavía parecidos físicos en su hija. «No te sabría decir»,
responde a otro informador que quiere saber si se parece a doña
Sofía. A su llegada a la Residencia de Estudiantes, el Príncipe fue
felicitado por su directora, Alicia Gómez-Navarro, quien dijo
sentirse muy contenta y honrada por recibir a don Felipe en ese
histórico lugar tan sólo dos días después del nacimiento de la
infanta Leonor.
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