El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó ayer por la tarde que se detectaron partículas radiactivas en un camión que transportaba chatarra desde la central nuclear de Ascó a una chatarrería de Reus (Tarragona).
Así lo ha aseguró Isabel Mellado Jiménez, directora técnica de Seguridad Nuclear del Consejo de Seguridad Nuclear, en una rueda de prensa, tras la reunión que mantuvieron miembros del CSN con los alcaldes de la zona de Ascó para informales sobre la situación de la planta y las medidas que se están llevando a cabo a raíz de la fuga de partículas radiactivas en noviembre.
Las instalaciones de esta central registraron el pasado 29 de noviembre un escape de partículas radiactivas procedentes de la ventilación de la planta atómica, aunque el incidente no se conoció públicamente hasta principios de este mes.
Hasta ahora ya han sido controlados más de 850 personas y no se ha detectado ningún indicio de contaminación.
La presidenta de CSN, Carmen Martínez Ten, ha asegurado que se va a aplicar con todo el rigor la ley, que precisamente desde el mes de noviembre ha multiplicado por diez la cuantía de las sanciones para el titular hasta un máximo de 30 millones de euros.
Respeto a la detección de contaminación en la chatarrería, Lentijo ha matizado que las partículas radiactivas no se han encontrado en la chatarra sino mezcladas en la tierra que llevaba la caja del camión y que se trata de cobalto 60, «lo que hace muy probable que tengan relación directa con el suceso».
La presidenta ha adelantado que el pasado día 7 de abril, tres días después de que el titular de la central comunicara el suceso, presentó en el registro del Congreso de los Diputados su solicitud de comparecencia, a pesar de que aun no se habían constituido las diferentes comisiones.
Aunque no ha querido calificar de «mala fe» la actitud del titular de la central, Martínez Ten ha asegurado que hubo incumplimientos en el manejo de la contaminación y deficiencias en la información al CSN.
Los 44 escolares y los tres profesores que visitaron la central de Ascó después del escape se sometieron hoy a un reconocimiento, para comprobar que no sufrieron contaminación durante su paseo por la planta. Y sí lo han confirmado los análisis efectuados de manera individual a cada menor, según confirmó la propia central.
El Consejo de Seguridad Nuclear informó ayer que más de 1.600 personas del entornó de la central nucelar de Ascó tendrá que someterse a análisis radiactivos, el doble de las inicialmente previstas. Ni Greenpeace ni Ecologistas en Acción comparten la versión de ayer y creen que si no lo hubieran sacado a la luz, el suceso nunca se hubiera conocido. Así, ambas asociaciones anunciaron su intención de presentar una denuncia ante la Fiscalía por la fuga radiactiva.
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