Cayuco llegado ayer a La Gomera con cuatro ocupantes muertos y 11 en estado grave. Foto: EFE

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AGENCIAS-MADRID/TENERIFE Nueva tragedia en las costas de la isla canaria de La Gomera, después de que ayer llegara una patera con 59 personas a bordo, cuatro de ellos muertos. Un suceso que se suma así al de ayer en Almería, donde llegaron 33 inmigrantes, que relataron cómo tuvieron que arrojar por la borda los cadáveres de 14 inmigrantes, entre ellos los de nueve bebés. Ante esta situación tan dramática, se abrió la puerta a posibles excepciones en la aplicación de la ley de repatriación de inmigrantes irregulares, aunque ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, cerró esta posibilidad.

El drama desembarcó nuevamente en las costas de La Gomera en forma de patera cargada con 59 inmigrantes, cuatro de ellos fallecidos.
Rescate
A pesar de haber sido avistada a un kilómetros de Playa de Santiago, en el municipio de Alajeró, la embarcación llegó por sus propios medios a la isla pero custodiada por una zodiac privada que se encontraba en la zona, puesto que los equipos de Salvamento Marítimo no llegaron a tiempo para rescatarlos.

Por otra parte y tras conocer el tremendo drama de la patera en la que murieron quince personas, entre ellas nueve bebés, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que «la única solución» al «drama terrible de las pateras es la cooperación al desarrollo», por lo que se comprometió a que «crezca la economía lo que crezca», nuestro país seguirá ayudando al desarrollo. Sin embargo, para el PP, el Gobierno es en parte culpable de estos dramas de la inmigración, puesto que el Ejecutivo ha «reforzado» el «efecto llamada» al promocionar que en España los inmigrantes «cuentan con más derechos». Ante una situación «terrible y casi insoportable» como ha sido la llegada de una patera cuyos tripulantes se vieron obligados a arrojar al mar los cuerpos de 15 fallecidos durante el trayecto, Zapatero calificó de «inaceptable» que mientras crece la pobreza las grandes potencias disminuyan su ayuda al desarrollo. Por ello, indicó que nuestro país no se subirá al carro de los que retiran la ayuda a los más pobres, sino que «va a seguir incrementando la ayuda al desarrollo» y a cumplir su compromiso de llegar al 0'7 por ciento del PIB en 2012.

De esta forma, aseguró que «crezca la economía lo que crezca», España cumplirá su parte de responsabilidad -algo que, indicó, debería hacer el G8 y las grandes potencias- y cooperará al desarrollo como «única solución» al «drama terrible de las pateras».