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El Gobierno no considera necesario reformar la Ley del Menor para rebajar la edad penal de los 14 años a los 12, como acaba de proponer el PP cumpliendo el anuncio que hizo el pasado mes de julio a raíz de la violación de dos niñas en Andalucía por un grupo de menores.

«Creemos que no existe esa necesidad», asegura en una entrevista con Efe el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, que añade: «el problema no está en rebajar la edad penal, porque los 14 años está en la media de los países democráticos y se considera que con menos de esa edad quien ha cometido un acto, por muy reprobable que sea, es un niño».

Eso no quiere decir, según el ministro, «que ese niño quede impune, lo que está diciendo la ley actual es que ese niño no está dentro del sistema (penal), pero es que no todo se arregla con una respuesta punitiva, no todo tiene solución colocando a la gente en la cárcel». ¿Niños entre rejas?
«Hay soluciones diferenciadas y la ley actual prevé tratamientos específicos de carácter pedagógico y educativo y seguimientos especiales», señala el titular de Justicia, que concluye: «Creemos que esa solución sigue siendo hoy mejor que la pena privativa de libertad para menores de 14 años».

Por su parte, las Juventudes Socialistas de España (JSE) han calificado en un comunicado de «incoherente» la propuesta del PP de condicionar la participación de los menores de 18 años en las redes sociales a la autorización de los padres al tiempo que quieren rebajar la edad penal de los 14 años a los 12.

«No es lógico considerar a un chico o chica de 12 años lo suficientemente maduro para responder penalmente de sus actos y que luego no se reconozca la madurez para formar parte de una red social en Internet», apunta en una nota de prensa el secretario general de las JSE, Sergio Gutiérrez. Las Juventudes Socialistas critican al PP por elaborar su propuesta de reforma de la Ley del Menor de forma unilateral y al margen de los especialistas.

Señalan que cualquier reforma debería ir precedida de un debate «serio y sosegado sobre las responsabilidades y las obligaciones de los jóvenes, pero también sobre sus derechos».