En su despedida, María quisiera dar las gracias a todos sus clientes por el buen trato recibido. | Click
Palma12/02/16 0:00
María Sans Bil, la gasolinera de toda la vida de la calle Sant Miquel de Palma, se jubila tras 40 años de prestar servicios en ese lugar, día a día, de 7 de la mañana a 9 de la noche, incluso en fiestas de guardar. Recuerda que heredó el negocio de su padre, «y que desde que he estado al frente de él, pocas veces he fallado».
42 comentarios
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40 años contribuyendo al cambio climático.
No la conozco pero debe ser de admirar. Quiso seguir con el negocio de su padre, habrá vivido temporadas de vacas gordas y otras de crisis, atendiendo lo mejor que sabía a los clientes y ahora se retira. Ojalá disfrute de una jubilación tan larga como los años que ha trabajado! Yo no sé si el Ayuntamiento de Palma puede o quiere hacerle un reconocimiento pero estaría bien que Afedeco, Pimeco, la Asociación de Gasolineras, etc. le hicieran un homenaje o un acto de agradecimiento.
Pues estaría muy bien que el ayuntamiento le dedicara algún acto. No ha ganado ningún goya, no ha escrito un libro, ni cosas similares, pero ha estado 40 AÑOS sirviéndonos con alegría y humildad y eso es de agradecer.
TODA UNA SEÑORA!!!!
Ya de niña iba con mi padre a poner gasolina.Años despues mis hijos pequeños querian pasar por el surtidor para saludar a Maria," ,la señora que lleva el pelito tan chulo"...A descansar Maria, a disfrutar..mucha salut. Y que le den el premio Ciudad de Palma..
Persona encantadora y un estilo que la hace todavía más especial.. Muchos besos María y a disfrutar tu jubilación .. Será raro pasar por allí y no verte..
Enhorabuena por su jubilación. Esta señora siempre atendía con una sonrisa y eso, hoy en día, vale mucho. Suerte y a disfrutar del merecido descanso.
Personajes muy queridos, que van desapareciendo. Como Emilio, el lotero limpiabotas del aeropuerto. A disfrutar de la jubilación.
Apoyo totalmente que se le de el Premio Ciutat de Palma
Yo y mi mujer era un cliente tuyo, se te echará mucho de menos María, la calle San Miguel no será lo mismo sin ti y tu marido. Un abrazo par los dos de Francisca y Jesús. Me parece muy bien lo que propone el anterior comentario, te tendrían que dar el Premio Ciutat de Palma.