Fotografía cedida por la Agencia Espacial Europea (ESA), que muestra el cometa 67P Churyumov-Gerasimenko a las 08:18 GMT desde una altitud de más o menos 5,8 kilómetros durante el descenso final, captado desde la cámara de la sonda Rosetta. | ESA/ROSETTA/MPS FOR OSIRIS / HAN

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La nave espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha terminado su misión impactando según lo previsto contra la superficie del cometa 67P/CG este 30 de septiembre.

En concreto, a las 10.39 GMT (confirmándose el final de contacto en la Tierra 40 minutos después por la gran distancia) Rosetta ha impactado en una región de fosas activas, conocida como Ma'at, que se encuentra en el menor de los dos lóbulos del cometa. Alberga varias fosas activas de más de 100 metros de diámetro y entre 50 y 60 metros de profundidad, en las que se originan una serie de chorros de polvo.

La sonda Rosetta de la ESA llegó a la órbita del cometa el 6 de agosto de 2014, al cabo de un viaje de diez años a través del Sistema Solar tras su lanzamiento el día 2 de marzo de 2004. El módulo Philae aterrizó en la superficie del cometa el 12 de noviembre de 2014.

La ESA considera que al alejarse más del Sol y recibir mucha menos energía solar de la que necesita para funcionar, el destino de Rosetta estaba sellado: seguirá a Philae hasta la superficie del cometa.

Las últimas horas de descenso permitieron a Rosetta realizar numerosas mediciones de carácter único, como el análisis del gas y el polvo más cerca de la superficie que nunca. También ha tomado imágenes de muy alta resolución del núcleo del cometa.