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La arena de la playa puede albergar objetos insospechados. A finales del verano pasado, el residente británico Sebastian Briggs estaba paseando con sus perros por la playa de Sant Elm. Briggs había venido a Mallorca para visitar a su madre, Natalie Eadon, que reside en la Isla. Briggs explica que «la arena de la playa estaba llena de restos de un barco de madera y de pronto golpeé la arena con el pie y surgió un jarrón».

La pieza, hecha de plata y forrada de plomo, pesa casi un kilo y es una copia del famoso jarrón del platero parisino Christofle, que estuvo expuesto en el Bouilhet –Christofle Museum hasta su clausura en 2008. El jarrón data del siglo XIX y es muy valioso. Además, se dice que una copia de este jarrón decoraba la mesa de Napoleón Bonaparte.

Sorpresa

Natalie Eadon, la madre del autor del hallazgo, explicó que «está ligeramente dañado, pero no me sorprende». Obviamente, nadie sabe cuánto tiempo estuvo la pieza en el mar, pero debido a su material se ha mantenido a prueba del tiempo y permanece en buen estado.

El jarrón mide aproximadamente quince centímetros y representa a dos peces entrelazados con una única boca. Tiene detalles del movimiento orientalista, que penetró con fuerza en el mundo del diseño de interiores allá por el siglo XIX. El precio de las copias varía desde los 200 hasta los 300 euros, aunque hay particulares que los llegan a vender por más de 5.000 dólares.