Cuatro porteadores; Miguel Moya, Pau Bisquerra, Matías Salas y Juan Pedro Martínez pasearon a hombros los 25 kilos de sardina, de cartón. Tras ellos un ‘ejercito' de plañideras llorando todo el camino, ante la mirada de los vecinos que salían a la calle o contemplaban el espectáculo desde los balcones de sus casas. El clérigo estuvo representado por Juana María Oliver, vestida de párroco y acompañada por cuatro veteranas monaguillos.
Durante el recorrido, también participaron, por segundo año consecutivo niños y niñas de L'Agrupament Escolta i Guia Soca-Arrel. Tras lanzar a la hoguera la sardina, los vecinos fueron invitados a coca de trampó, coca dulce y sardinas fritas.
La ciudad de Manacor cerró también este martes las fiestas del Carnaval con el tradicional Entierro de la Sardina, en el que no hubo mucha participación. A las 20 horas, la comitiva formada por los tambores, la Jaia Corema y el ataúd de la sardina arrancó desde la plaza des Convent para dirigirse hasta la plaza de sa Torre, lugar en el que se incineró la sardina y los asistentes pudieron cenar una torrada.
Una de las figuras que llamó más la atención de los pequeños fue, justamente, la de la Jaia Corema, una geganta que participó por primera vez en la procesión el año pasado a iniciativa de la Associació Es Convent. Ahora, todos los sábados, se trasladará la gran figura hasta el Palau donde los pequeños podrán participar de una fiesta y quitarle una pierna.
En Inca la fiesta comenzó en la plaza Antoni Fluxà poco después de las siete y media de la tarde y la comitiva, acompañada por la banda Joventut d'Inca, se dirigió hasta la plaza del Bestiar.
Durante el recorrido hubo tiempo para hacer una parada en la plaza del ayuntamiento con un discurso del «alcalde» y en la plaza de Santa Maria la Major, donde un «obispo» con mucha gracia ofició una misa rápida. Las celebraciones acabaron con una sardinada popular, que deleitaron todos los asistentes, y la actuación de Cofre Antic.
3 comentarios
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Te equivocas con el ritual de carnestoltes. Son simbiguedades astrales sin copción doctrinal.
... curioso que entierran a la Sardina, al Carnestoltes, a Don carnal... a todo representante de la rauxa y de pasárselo bien en estas fiestas en honor de la vida y sus escesos... mientras que luego, al final de esa cosa rara que llaman cuaresma, NO entierren ni hagan ninguna pompa para s'avia Corema, sino que se limitan a arrancarle siete pies con fruición... la gente es sabia, sabe que a los 375 días resucitarán y volverá la juerga, mientras que a la representante de los dogmas coercitivos de la iglesia, no la quieren ni en pintura, y es mejor decicarle un sintomático ostracismo... respect a los representantes del Carnaval, menosprecio a las estupideces de los ritos cuaresmales
Que entierren al trampas ya que estan