Sebastián Pérez y Bernabé Caravotta delante de la fachada de lo que será Santa.

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Con el sector de la restauración viviendo uno de sus peores momentos, sino el peor, de las últimas décadas, es sorprendente que haya empresarios que quieran seguir apostando por una actividad que se ha demostrado una de las más castigadas durante la pandemia.

Aunque quizás también sea la demostración de que en una época de crisis es cuando se encuentran las mejores oportunidades. «No sé si es buen o mal momento, pero sí sé que es nuestro momento para meternos en este proyecto», explica Bernabé Caravotta, quien junto a su socio Sebastián Pérez será la cabeza visible de Santa, ubicado en el número 18 de la calle Fàbrica y que tiene previsto abrir a comienzos de verano.

Caravotta es el chef de Vandal, situado en la Plaça del Progrès. Este restaurante se ha convertido en pocos años en una de las referencias culinarias de la ciudad. «Así como en Vandal el concepto es de probar varios pequeños platos, en Santa será algo más de carta, más de platos principales. Eso sí, serán propuestas no tan elaboradas. En Vandal cada creación puede tener 7 u 8 elaboraciones, y aquí, dos o tres, pero eso no quiere decir que sea cocina de producto porque no es dar vuelta y vuelta a algo, es tener una buena materia prima pero también transformarla. Sí habrá mucha brasa y también propuestas de cocina japonesa, pero no será un restaurante japonés», matiza Caravotta.

El local que han comprado Pérez, Caravotta y un tercer socio que está en Valencia y que se encarga de un restaurante japonés propiedad de los tres en la capital del Turia, albergó antes los restaurantes Vervin y Amaya.

Al entrar el cliente se encontrará a la derecha con una gran mesa donde se servirán cócteles y donde también se podrá comer. El comedor principal estará dividido en dos y en el exterior habrá una gran terraza. Otra barra en el interior demuestra la importancia que le darán a las bebidas.