La cabalgata estará encabezada por efectivos de la Policía Montada, los Tamborers de la Sala, la Banda Municipal de Música de Palma y los Gegants, Capgrossos y Xeremiers de la Sala. Asimismo, desfilará una carroza de la Autoritat Portuària, en colaboración con la Associació Embruixart –un galeón de regalos– y el público disfrutará de coreografías y espectáculos musicales y circenses. En esta edición, la temática de fantasía son los juguetes antiguos, de los años 50 y 70, que emocionará a los mayores y les permitirá rememorar los regalos de su infancia.
Magia en el taller
En el taller del viejo Geppetto se obró un milagro cuando el pequeño títere cobró vida propia. Aunque los camellos permanezcan inertes y las alas del colibrí se mantengan estáticas, en el taller de los ‘carroceros', ubicado en el recinto ferial de Son Fusteret, oculto a la vista de los curiosos, se respira la misma magia que en el del solitario carpintero. «En este proyecto intentamos reunir el talento de la Isla; durante dos meses los artesanos trabajan codo con codo. No se requiere un presupuesto millonario, sino el potencial humano de cada uno de los carroceros», afirma la directora del taller, Anabel Gomar, que trabaja en la creación de las carrozas de las cabalgatas de Palma desde 2009. En el mes de octubre, Gomar comenzó a diseñar los bocetos de las nuevas carrozas, cofres y carritos no motorizados; en noviembre, el equipo se dedicó a levantar las estructuras y a la carpintería, y ahora, los pintores están trabajando en los acabados.
«Hay mucho trabajo y cada día nos enfrentamos a un nuevo reto», comenta el manacorí Joan Massot, que se ha encargado de la carpintería, las molduras y la mecanización de algunas carrozas, otra de las novedades de esta edición; uno de los nuevos carros será una fábrica de carbón, a pleno rendimiento. Además, las carrozas reales contarán con un bello troquelado que el propio Massot ha creado con su máquina láser de madera; solo para el diseño de cada cenefa se necesitan unas ocho horas de trabajo.
Ayer, el ritmo en el taller era frenético; el pintor Daniel Aguilarte trabajaba en el acabado de los tronos reales, simulando la textura del mármol y la piedra. «Tendrán colores chillones, purpurina y otros elementos que llamen la atención de los niños, los verdaderos protagonistas de la noche», sostiene Aguilarte quien, asistido por Dani Luque, Margalida Llompart e Inma Pascual, ha utilizado pinturas plásticas y de esmalte, todas a base de agua, ya que su secado es más rápido y son aptas para todos los materiales utilizados, como la gomaespuma, el pórex o la madera. Mientras tanto, José Baez, que, entre otras funciones, ha trabajado en el montaje de todas las estructuras, este martes se dedicaba a enmoquetar las bases.
«En el taller, la magia se contagia. A través del pincel expresamos toda la ilusión que nos embarga durante el trabajo. Además, Anabel da margen a la creatividad y la improvisación», explica la artista plástica Inma Pascual, que participa en la elaboración de las carrozas desde hace siete años. Para que todo este trabajo luzca en la oscuridad de la noche se requiere una óptima iluminación. Los electricistas Matías Leyria y Ablaye Badji se han encargado de instalar tiras, focos y leds dicrónicas en las carrozas, «muchas son luces ambientales, y otras direccionales, para resaltar distintos detalles», explica Leyria. El próximo domingo, a las 12.00 horas, la plaza de Cort acogerá la visita de los pajes reales y una actuación de teatro musical que explicará la historia de Balears y los Reyes Magos. El público asistente podrá contemplar figuras de cabalgatas pasadas, como el colibrí, el gamo o el león.
El apunte
Carrozas artesanales y con sello de calidad
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