Además, está muy cerca de nosotros, a unos 4.000 años luz». El objeto fue descubierto por Tyrone O'Doherty, estudiante con honores de la Universidad de Curtin, utilizando el telescopio Murchison Widefield Array (MWA) en el interior de Australia Occidental y una nueva técnica desarrollada por él. «Es emocionante que la fuente que identifiqué el año pasado haya resultado ser un objeto tan peculiar --reconoce O'Doherty, que ahora está estudiando un doctorado en Curtin--. El amplio campo de visión de la MWA y su extrema sensibilidad son perfectos para inspeccionar todo el cielo y detectar lo inesperado». Los objetos que se encienden y se apagan en el Universo no son nuevos para los astrónomos: los llaman «transitorios». La astrofísica del ICRAR-Curtin y coautora del estudio, la doctora Gemma Anderson, añade que «cuando se estudian los transitorios, se observa la muerte de una estrella masiva o la actividad de los restos que deja tras de sí». Los «transitorios lentos» -como las supernovas- pueden aparecer en el transcurso de unos días y desaparecer al cabo de unos meses, mientras los «transitorios rápidos», como un tipo de estrella de neutrones llamado púlsar, se encienden y apagan en milisegundos o segundos.
Pero la doctora Anderson subraya que encontrar algo que se encendiera durante un minuto era realmente extraño. Según apunta, el misterioso objeto era increíblemente brillante y más pequeño que el Sol, y emitía ondas de radio muy polarizadas, lo que sugería que el objeto tenía un campo magnético extremadamente fuerte. La doctora Hurley-Walker explica que las observaciones coinciden con un objeto astrofísico predicho llamado 'magnetar de período ultra largo'. «Se trata de un tipo de estrella de neutrones que gira lentamente y cuya existencia se ha predicho en teoría --explica--. Pero nadie esperaba detectar directamente una como ésta porque no esperábamos que fueran tan brillantes. De alguna manera, está convirtiendo la energía magnética en ondas de radio de forma mucho más eficaz que todo lo que hemos visto antes». Hurley-Walker está ahora monitorizando el objeto con el MWA para ver si se vuelve a encender. «Si lo hace, hay telescopios en todo el hemisferio sur e incluso en órbita que pueden apuntar directamente a él», apunta. Además tiene previsto buscar más de estos objetos inusuales en los vastos archivos del MWA. «Más detecciones dirán a los astrónomos si se trata de un evento único y raro o de una vasta población nueva que nunca habíamos notado antes», prosigue.
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... ya está tardando el Vaticano en salir a la palestra a afirmar que esto también es parte del diseño inteligente ese ... menos mal que ya todos nos limitamos a mirarles con conmiseración y actitud condescendiente...