Hoy es Nochevieja y mañana Año Nuevo. Por ello, hoy puede ser un buen día para hacer balance de lo hecho a lo largo de 2022 y preguntarse a qué ha sido debido no haber hecho lo que pudimos hacer. Y sin embargo, la vida sigue con propósito de enmienda, o con este año que empieza mañana voy a hacer esto, lo otro y lo de más allá. Pues bien, recordamos al alcalde de Palma que el año que termina, a pocos meses de las elecciones, ha dejado cosas pendientes. A saber:
Queda aún mucho por hacer
1. Una ciudad cuyas paredes, en gran parte, están requetepintadas y bastante sucias.
2. Aceras destruidas por las raíces de los árboles y por el manfutismo de quien tiene la obligación de repararlas. Si el alcalde, Hila, del mismo modo que se hace una foto ante una acera que ha sido reparada –lo cual, repararla, es su obligación como alcalde– se la hiciera delante de las que están por arreglar, la diferencia entre estas y las otras sería poco menos que astronómicas a favor de las no reparadas.
3. Los molinos del Jonquet, una de las imágenes de Palma, a punto de la ruina, con las aspas –o lo que queda de ellas– que el día menos pensado pueden salir volando e ir a parar al parabrisas de algún coche que circule por el Marítim.
4. Coches abandonados desde hace meses en muchas calles de Palma. Incluso algunos sin ruedas.
5. Gente durmiendo en la calle y colas del hambre cada vez más numerosas.
6. Poca vigilancia. De noche da miedo pasar por según qué calles, mientras que hay barrios que ni conocen al policía de barrio. Y no es porque los policías que hay no cumplan con su trabajo. Que lo hacen. Es que faltan policías.
7. Venta ambulante, cada vez mayor, que es una competencia desleal para los empresarios que pagan impuestos y se ven sometidos a las ordenanzas municipales, pagando su incumplimiento con multas.
8. Desmadre veraniego en la Platja de Palma. Trileros, vendedores ambulantes, venta y consumo de alcohol en la vía pública, masajes playeros, excursiones ilegales…
9. Esculturas y monumentos que forman parte del mobiliario urbano vandalizados desde hace tiempo.
10. Parque del canódromo acumulando un montón de deficiencias que acordaron subsanar en un pleno de hace tres meses a costa de no cerrar el parque, pero que siguen como siempre: las rampas inaccesibles para los discapacitados con problemas de movilidad, ausencia de valla protectora sobre el murete que separa el parque de sa Riera, una valla, que en parte rodea el parque, demasiado baja que quien quiera puede saltar, y en según que zona, rompiendo una canalización cuyos orígenes se remontan a la Edad Media.
Demasiadas cosas pendientes de solución. Y que conste que en caso de que José Hila las subsanara, no haría más que cumplir con su obligación como alcalde. Que por eso, medallas, ni una.
7 comentarios
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JLMEs curioso, y a pesar de todo, la gente paga burradas por vivir aquí.
LucasMucho guarro suelto.
Palma sucia.
Asignatura … limpieza de las calles, embaldosado nuevo …. Que vergüenza … señor Hila pasee con el presidente de Emaya yñor las calles de Palma y las barriadas de extrarradio … ojeas, sucias y superpobladas
Medallas ningunas sino un cero patatero en mantenimiento de Palma…….
Así es. Menos fotitas inaugurando calles (que su obligación es tener una ciudad en condiciones) y más escuchar al ciudadano cuando se queja. Limpie, arregle, proporcione muchas más seguridad y trabaje por y para Palma y no para su lucimiento personal.