Ariza está en Colombia, donde tuvo un restaurante, pero llegó la pandemia «y quebré, perdí todo lo que tenía y vendí lo poco que me quedó». | R.D.

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Hemos sabido, a través de las redes sociales, que en julio decidió desaparecer, y que ahora anuncia su regreso. Se lo preguntamos, sin más, al colega Miguel Ángel Ariza cuando contactamos con él, vía móvil.

«Sí, después de las elecciones, decidí apartarme, para volver con las pilas cargadas. Han sido dos años muy duros de gobierno de izquierdas. Sabes que soy conservador, y que tenía un programa en Canal 4 con una línea muy firme y marcada en contra del despropósito que hemos vivido estos últimos 8 años. ¡Y me quemé! Así que en julio puse rumbo a América, y aquí sigo».

Y por lo que tenemos entendido –le decimos a través del móvil, pues él sigue allí, en Colombia–, regresa a fin de mes. «Sí –asiente–. Ahora, más o menos, lo tengo claro. Pero necesito un tiempo más fuera de cámaras y micros, para pensar, crear y producir».

Sobre el rumor que corrió no hace mucho sobre que si ganaba el PP, él ostentaría un alto cargo, lo niega. «Era, soy y seré del PP si la cosa no cambia… Que ya, con la edad que tengo, mi fidelidad política dudo que cambie. Siempre, en campaña electoral, me han adjudicado cientos de cargos políticos… Pero, no. Soy un verso suelto. No sirvo para estar en una administración, me aburriría mucho».

Cambios en IB3

Abordamos el tema referente al cambio habido en la dirección general de IB3… Y también lo tiene claro, sobre todo del que posiblemente ocupará el cargo. «Albert Salas me parece un gran profesional, neutral, conciliador, hombre de paz y de consenso. Pero, sobre todo, creo que aportará frescura y modernidad, ¡que buena falta hace! Un fichaje en toda regla».

Y llegados a este punto, había que preguntarle si le veremos pronto en la televisión o la radio autonómica. Al escuchar la pregunta, se ríe… «Mira, me conformo con que a mí, y a otros muchos compañeros de profesión, nos levanten el veto que durante ocho años nos ha impuesto Armengol a través del ya dimitido Andreu Manresa. Por lo demás, mi futuro está en mi casa de siempre… Llevo más de 15 años en Grup 4 de Comunicació. De allí saldrá mi futuro más inminente. Pero… ¿Quién sabe?, cualquier cosa puede pasar».

Y en cuanto a cómo vuelve, si cañero como siempre, o… «Soy una mala hierba –no nos deja terminar la pregunta–, pero este tiempo de reflexión me ha hecho pensar mucho, por lo que una de las cosas que más claras tengo es que quiero cambiar mi registro. Pasar más al entretenimiento, pero sin dejar de ser quien soy, y como soy».

España vista desde Colombia

Está, como hemos dicho, en Colombia, pero ¿por qué ahí? le preguntamos. ¿Acaso dejó algo espiritual, sentimental –amigo, novio o amante–, ¡o qué se yo!, y... Nueva carcajada… «En 2013 me enamoré de este país, que es un paraíso. Porque Colombia no es Pablo Escobar, no es cocaína, no es guerrilla, no es tercermundismo… ¿Que hay un poco de todo eso? Pues no lo puedo negar. Pero, repito, es un paraíso. No creo que me queden años de vida para conocer lo que me resta de las maravillas que tiene este país. Créeme, aquí vendré a morir».

La conversación deriva por otros derroteros. Por cómo se ve España desde allí… «De verdad que siento vergüenza. La semana pasada, una abogada colombiana me dijo: ‘¿Qué os pasa en España? Dicen que es el primer mundo, pero parece como si quisiérais convertiros en Venezuela'. De verdad que sentí mucha vergüenza».

Y ya puestos, y siendo tan pepero como es, le preguntamos sobre Feijóo, si no cree que es un delito tener jugando el partido a Feijóo y a Ayuso en el banquillo. Su respuesta es rotunda: «¿Te soy sincero? Antes del debate de investidura, no entendía qué hacía Feijóo. Lo veía sin rumbo, desnortado, débil… Parecía que tenía el partido descontrolado. No sé, pero me hacía sentir mal. Pero tras el debate de investidura fallida, cambió todo. Le veo como un gran líder y gran político. Supo manejar los tiempos para demostrar a España quién de verdad es. A Ayuso sé que le llegará su momento… Es una bestia política, pero, tiempo al tiempo».

Los tirantes de Armengol

Insistimos, ahora comparando líder con líder, si cree que Sánchez es más líder que Feijóo en el sentido de que sabe mover más a la gente… Su respuesta llega en menos de medio segundo: «Sánchez es un estratega que te cagas, no lo podemos negar. Pero eso no quita que sea un mentiroso y un traidor».

Pero es evidente –apostillamos el tema–, que la izquierda mueve mejor a la masa que la derecha. De nuevo, risas… «A la izquierda se le pasó el tren, sobre todo a la populista. ‘Los vende humos' duran poco. Tuvieron su momento… Aunque he de reconocer que los resultados del PSOE me sorprendieron. La derecha mueve cuando gestiona bien, y el ejemplo está en Balears. Si Marga Prohens sigue así, tendremos derechas, mínimo 8 años».

Está claro que regresa guerrillero. Porque, vean lo que opina sobre Francina Armengol y José Hila. «Armengol, en el Congreso, me hace sentir vergüenza ajena. La anterior presidenta, también del PSOE, Meritxell Batet, fue una señora presidenta. A esta la han colocado para desmontar el reglamento y hacer que Sánchez pueda pactar con los delincuentes. Y respecto a Hila, salió por patas, pues pidió irse. ¿Te imaginas a Hila de jefe de la oposición en Palma dando explicaciones cada semana de cómo dejó la ciudad? Por eso tenía que pirarse».

Y hablando de Armengol y de sus vestidos con tirantes –pues las noticias de sus vestidos con tirantes presidiendo el Congreso han llegado a Colombia– tampoco se corta. «Ni en el Burundi se falta tanto al decoro como lo hace esta señora. Pero ella a lo suyo... Francina, ahora, sólo está por la labor de utilizar el cargo que tiene para ir a Balears y hacer que Marga Prohens sea su telonera. Todo porque quiere seguir siendo presidenta y figurar. Pasa que Marga es mucha Marga».

Para finalizar le preguntamos si ha notado muchos cambios en el periodismo, hoy. «He notado muchos. Pero me hace mucha falta el periodismo de calle, que era el más bonito, pero se ha perdido… Pero volverá. La audiencia lo reclama. La tele está tan saturada de lo mismo que la gente abandona… Aunque las cadenas se están dando cuenta de que si lo bueno funciona, vuelven».