'Golf ecológico en el paraíso»

Desde hace algunos años, tres buenos amigos, Pedro Gonzalo, Sebastián Rubí y Antonio Binimelis, empresarios y socios mayoritarios del lujoso establecimiento hotelero, dirigido por Ana Abraham, cuenta con un espacio de 15 mil metros, dedicados a la práctica de golf. 18 teen marcan las salidas de la boda, desde los cuales los jugadores afinan su puntería hacia uno de los dos hoyos. Green de césped artificial que, tras haber superado la distancia en un suelo totalmente rústico y dos banquers o trampas de arena, los jugadores ofrecen sus mejores golpes.

No faltan anécdotas y momentos emocionantes. Pese a tener diferentes hándicaps, todos son inguales en este irregular terreno. «Llevo 30 años jugando a golf y aunque parezca fácil, cosa que aquí se complica más pero es fantástico compartir el momento con la familia o los amigos», comenta Jordi Passolas, arquitecto de profesión y una de los participantes.

El más veterano del grupo es Juan Obrador, quien a sus 86 años de edad, ofrece gran maestría y concentración, pero con cierto toque de picaresca y veteranía. El juego lo controla Pedro Gonzalo, pues aunque todos se conocen, «alguien tiene que arbitrar y apuntar los resultados».

La mayoría de los jugadores disfrutan de una maravillosa jubilación, «aunque algunos por las mañanas estamos a las órdenes de nuestras esposas», bromea uno, siendo por la tarde el momento en el que se reúnen para practicar su deporte favorito, principalmente en el campo de golf de Son Servera.

Las más de 40 hectáreas de la finca sa Franquesa Nova,    ofrecen un fantástico paraíso, con zonas ajardinadas, un increíble estanque y viñedos donde los húespedes pueden pasear en bicileta. Un lugar lleno de tranquilidad y paz.

En lo deportivo, el II Torneo de Gol Ecológico sa Franquesa Nova tuvo como ganador a Matías Servera, con 28 golpes, seguido de Juan Obrador y tercer puesto, Jorge Passolas. Los premios fueron estancias y cenas en el encantador hotel rural, en el centro de la Isla.