Después de un solemne rezo masivo en el que hombres y mujeres se sentaron en sectores separados de la misma habitación, como es habitual en los templos, los asistentes disfrutaron de una exquisita comida hindú de la región de Punjab, al norte de la India. Una gran cantidad de familias acudieron a esta celebración, así como personas de todas las edades en un ambiente alegre y tranquilo.
La comida que ayer se sirvió fue especial y más elaborada que de costumbre dada la onomástica. Lo que no cambió fue la composición exclusivamente vegetariana de todos los platos ya que los miembros de esta religión son no comen carne ni pescado, aunque sí leche. También tienen prohibido consumir alcohol, tabaco o cualquier tipo de drogas. De hecho, si un miembro de la comunidad detecta que alguien ha consumido algún tipo de sustancia prohibida es expulsado inmediatamente del espacio.
El nuevo templo sij del polígono de Son Castelló, el Gurudwara Singh Sabha, cuenta con dos pisos: en el inferior se encuentra el recibidor en el que los asistentes guardan sus zapatos en unas estanterías y se lavan los pies como forma de respeto. Además, las personas que no pertenecen a este credo tienen a su disposición un pañuelo, ya que es obligatorio tener la cabeza cubierta en el templo.
En la parte superior del vasto edificio se encuentra la sala de rezos en la que los asistentes se sientan en el suelo. También acoge los baños y la cocina donde se elabora toda la comida que ofrecen de manera desinteresada y gratuita a cualquier persona que se acerque hasta allí.
El Día de la Iluminación se considera uno de los actos fundacionales de esta religión en las que se rinde pleitesía a su libro sagrado, en cuyas más de 1.400 páginas se recogen las enseñanzas de seis de los diez gurus del sijismo.
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