Se da la circunstancia de que su escala ha coincidido con la de su hermano menor, el Evrima, siendo por ahora los dos únicos buques de la naviera hasta la entrada en servicio del Luminaria, el próximo año.
Recién construido por los prestigiosos astilleros franceses Chantiers de l’Atlantique, en Saint Nazaire, es el crucero con más espacio disponible por huésped a bordo (aquí ya no se habla de pasajeros ni de cruceristas) y con mayor número de tripulantes a su servicio. Así, pese a sus respetables 46.750 toneladas de registro y 241 metros de eslora, su capacidad se limita a 448 plazas. En su mayoría ocupadas por clientes estadounidenses.
Otra particularidad es su propulsión integral por energía limpia, mediante gas natural licuado. Y para un navío de estas dimensiones, el ofrecer un beach club a popa con una marina extensible. Lo que permite la práctica del baño y los deportes náuticos cuando fondea. Con la faceta de disponer de iluminación submarina.
También la acomodación, en colores neutros, se sitúa en el nivel ‘Top Premium’ del sector turístico de cruceros. Ya que todos los huéspedes viajan en grandes suites con terraza privada, las mayores de 95 metros cuadrados de superficie.
Otro aspecto muy cuidado a bordo es el relativo a la gastronomía, a cargo de grandes chefs con estrellas Michelin, en cinco restaurantes temáticos. Una faceta que se complementa con el servicio de barman y carta de cócteles disponibles en sus bares.
Otras instalaciones a bordo son un completo spa, una bodega con grandes vinos de reserva, un centro de fitness, así como dos piscinas, una de ella Infinita y con vista al horizonte marino.
Y es que el Ilma ha sido concebido en realidad como un gigantesco megayate como pone de manifiesto su estilizado diseño de vanguardia. Inaugurado en el corazón del Mediterráneo, se prevé extender su área de actividad al Norte de Europa y el Caribe.
2 comentarios
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No entiendo ese camarote. ¿Para que quieres una mesa de comedor de 6 personas sino puedes cocinar ni comprar comida? ¿A quién vas a invitar?
Me parece alucinante que se dé bombo y platillo a estos monstruos que tanto daño hacen a los vecinos del centro de Palma, la privatización del espacio público es un hecho.