Fortnite, Call of Duty o World of Warcraft eran algunos de los videojuegos que utilizaba este presunto pedófilo para contactar con sus víctimas, con las que iba forjando una amistad prolongada en el tiempo, siempre mediante abuso de superioridad y engaños, hasta que les inducía a realizar videollamadas de contenido sexual a cambio de regalos virtuales. Desde su detención el pasado mes de noviembre, la Guardia Civil ha identificado a 26 víctimas de entre 8 y 12 años, aunque no se descarta que se detecten nuevas en los próximos meses. Un juzgado de Getafe (Madrid), encargado de la investigación, ha imputado al arrestado 26 delitos de abuso sexual y de captación con fines de producción de pornografía infantil.
La operación, denominada Fontane, se inició el pasado mes de julio, cuando los padres de un niño de 9 años de Málaga denunciaron que tenían sospechas sobre los contactos de su hijo con un adulto a través de un videojuego «online». La UCO corroboró la existencia de la relación entre el menor y el investigado, comenzando a rastrear en el resto del país para encontrar otras posibles víctimas, dando prioridad absoluta a la operación. Durante las pesquisas se comprobó por parte de los analistas de la Guardia Civil que el presunto pedófilo había accedido en más de 3.000 ocasiones en un plazo de dos años a los videojuegos en los que contactaba con los menores.
Analizado el material informático intervenido al detenido se corroboró que acumulaba, tanto en dispositivos móviles como en la nube, más de 2.000 archivos de pornografía infantil. Además, se constató que había efectuado 81 pagos a cuentas de usuarios de videojuegos pertenecientes a menores, que se corresponderían con los regalos con los que les inducía a realizar las videollamadas de las que obtenía los archivos de pedofilia. Los padres de los menores localizados como víctimas hasta el momento se sorprendieron al identificar a sus hijos en las fotografías que les mostraron los guardias civiles, ya que algunos de ellos aseguraban que los menores no jugaban a la consola sin su supervisión.
Según han indicado a Efe fuentes cercanas a la investigación, este presunto pederasta italiano ya fue denunciado en 2005 por unos hechos relacionados con abusos sexuales, pero solo se identificó a una víctima. El ahora detenido fue deportado a Italia y, años después, volvió a España, donde hace meses comenzó a cometer presuntamente estos delitos contra la libertad sexual de menores. Este hombre también se ofrecía como monitor de deportes, de campamento y profesor de inglés, entre otras actividades relacionadas con menores, aunque durante la investigación no se ha podido constatar que fuera contratado para ninguno de estos servicios. Los agentes, sin embargo, sí han tenido conocimiento de un caso de abuso sexual físico a un menor, al que conoció y engañó en una playa nudista, un lugar muy frecuentado por el detenido a la vista del material que se le intervino.
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