Destacan la detección de amenazas a nivel de CPU para afrontar el ransomware avanzado

En respuesta, una nueva generación de soluciones de seguridad combina la detección a nivel de 'software' con capacidades avanzadas del 'hardware'. Según la firma de seguridad ESET, este enfoque no solo detecta amenazas sofisticadas, sino que también mantiene el rendimiento de los dispositivos y optimiza el consumo energético.

«La detección de malware a nivel de hardware permite monitorizar la actividad de la CPU para identificar amenazas que de otra forma podrían eludir sistemas de detección convencionales, como, por ejemplo, ciertas variantes de ransomware el uso de nuevas técnicas para esconderse dentro de máquinas virtuales», explica el director de investigación y concienciación de ESET España, Josep Albors, en una nota de prensa.

El análisis de la telemetría de la CPU en tiempo real permite, como continúa el directivo, «interceptar comportamientos anómalos desde el propio hardware, garantizando una barrera adicional de protección que actúa como una capa estratégica ante la creciente sofisticación de los ciberataques».

Aparte de la protección avanzada contra el 'ransomware', ESET ha identificado beneficios clave para las empresas de la detección de amenazas a nivel de CPU, que incluyen la optimización del rendimiento y la eficiencia energética, a partir de la arquitectura híbrida como la que tienen los procesadores Intel Core y Core Ultra.

Estos chips combinan núcleos de alto rendimiento, que ejecutan las tareas críticas, con núcleos eficientes, que manejan procesos en segundo plano, asegurando que las actividades cotidianas se desarrollen sin interrupciones. Estos último, además, optimiza el consumo energético, con un ahorro de batería de entre un 5% y 8%. Adicionalmente, las actualizaciones de esta tecnología se activan automáticamente, minimizando la carga de trabajo del equipo de TI y manteniendo la protección siempre actualizada, sin afectar el rendimiento del sistema.