Cualquiera que haya trabajado cara al público sabe que en ocasiones es una labor dura, ardua, que exige tratar con mano izquierda y diplomacia a cierto tipo de perfiles de cliente que no son de fácil manejo y eso es lo que corroboraba la historia de una usuaria de TikTok llamada Clara (@clarlwt) que se las vio con la madre de una influencer.
La joven, acompañada de su hermana, Lea, cuenta en la red social cómo en una ocasión una mujer llegó a Zara, donde ella trabajaba, queriendo un vestido para su hija, para un «evento». «Y yo en plan... ¿un evento qué es, un cumpleaños?», contaba la joven, que le preguntó cómo era el estilo de su hija, para poder orientarse. «Es que mi hija no va a ir a un evento como va vestida habitualmente», le espetó la señora. «Y yo pensando ¿pero es un evento de gala? Llévese una cigala. Es un evento elegante... llévese un bogavante», decía la joven que ya dejó Zara y que ahora es maestra, antes de romper a reír junto a su hermana, gracias a la referencia a la serie La que se avecina.
El caso es que a la clienta simplemente le preguntó cuál era el cariz del evento, para poder recomendarle una cosa u otra y tener «una referencia». Sin embargo, la clienta al parecer pensaba que era trabajo suyo adivinar si era «de día o de noche, de corto o de largo» y simplemente respondió: «No entiendes nada, ¿puede atenderme otra persona?».
Clara no cedió, porque «no iba a encalomarle a la señora pesada a otra compañera», porque ante todo es «buena compañera». Así que acabó por recomendarle un par de cosas a la señora, que previó que no le gustarían. «Me dirán 'mala vendedora'. ¿Me apellido Ortega? No. Mi familia no va a ser menos rica porque esta señora no se lleve un vestido», bromeaba Clara haciendo referencia al dueño de Zara, Amancio Ortega.
«Tú no sabes quién soy yo, ¿no?», le dijo la clienta, altiva, y añadió «soy la madre de...», diciendo el nombre de una conocida influencer que no viene al caso. Como no la conocía, Clara sólo acertó a responder «¿es que ha trabajado aquí?».
La señor a continuación le mostró el Instagram de la hija. «Y tú: señora, que si quiere bolsa», intervenía Lea mientas ambas ríen en el vídeo la ocurrencia. La cosa terminó con la dependienta teniendo que llamar a la encargada, que tuvo que quedarse con el «regalito» de la «señora pesada» y madre de una influencer.
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Lo de el cliente siempre tiene la razón es relativo, de ser cierto tal vez a la señora el vestido le importaba un bledo y simplemente buscaba un sparring con quien desahogar su furia por tener que ir a buscarle un vestido a su consentida hija para una chorrada de acto lleno de bobos.
¿Buscando un vestido para un evento en Zara para su hija influencer, porque ella es una persona muy importante? Cutre es lo que era la señora. Para un evento, si tan importante eres, hay otras tiendas más adecuadas. Y el comportamiento de la dependienta no fue nada adecuado. Lo que más me preocupa es que ahora es profesora. ¡En qué manos están nuestros hijos con este nivel!
Vaga imbècil.litat. Si els clients son estirats o no, mentres no li faltin al respecte, els ha d'atendre correctament, perque per això cobra.
Al trabajar cara al público, tienes q ser amable, educada, tanto si t cae bien o mal la clienta. Y desde luego no es contestación cuando vas a comprar.
Van a ir a comprar mucho a tu tienda a partir de ahora.