La actuación de Mateu Busquets Ferrer en el derbi madrileño y su decisión de interrumpir el partido por el lanzamiento de mecheros a Courtois ha tenido una repercusión mundial. El colegiado mallorquín, que no le tembló el pulso a la hora de cumplir con el protocolo, acaparó este jueves todos los focos en la presentación de la campaña conjunta de la Federació de Futbol de les Illes Balears y el Consell de Mallorca ‘No cridis, no insultis’ para erradicar la violencia.
Tolerancia cero.
En los últimos años hemos sido testigos de un preocupante incremento de la violencia en los terrenos de juego, tanto en el fútbol profesional como en las categorías inferiores. Esta violencia se manifiesta en forma de agresiones físicas, ataques verbales e incluso conductas racistas, las cuales ocurren cada vez con más frecuencia. Con el objeto de erradicar dicha violencia y que los episodios sean los menos posibles, la FFIB y el Consell de Mallorca presentaron una campaña que tiene en Busquets Ferrer el mejor ejemplo. Su decisión sirve como espejo para que otros árbitros sigan sus pasos en cuanto se produzcan actos violentos. Sea en la categoría que sea. Es uno de los objetivos prioritarios del programa del nuevo presidente Jordi Horrach. Recientemente también firmó un convenio con Eivo TV con una campaña antiviolencia que lanzarán para acabar de raíz con los comportamientos inaceptables en nuestros campos.
Sanciones ejemplarizantes.
Garantizar un entorno seguro y libre de violencia, tanto para los jugadores como para los aficionados, es una de las prioridades de la FFIB. Consciente de que las campañas van más allá que una simple imagen con un cartel pidiendo cautela, las sanciones para los violentos deben ser ejemplarizantes. Busquets Ferrer enseñó el camino y su decisión tuvo una repercusión mundial. No hay sitio para los violentos.