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Después de periodos de ambigüedad por parte del Gobierno español en torno al reconocimiento de Nicolás Maduro como presidente constitucional de Venezuela, recientemente el rey Felipe VI recibió al nuevo embajador de la diplomacia bolivariana en España Mauricio Rodríguez, que, recordemos, era cónsul general en Madrid cuando el embajador español en Caracas brindó la fuga de Leopoldo López, en 2018.

El evento supone que las autoridades españolas reconocen su error. De manera progresiva han dado, justo es reconocerlo, un giro de más de 180 grados respecto a legitimidad del gobierno constitucional venezolano, que, obviamente, los grandes medios de difusión españoles han ignorado o, peor aun, manipulado.

Para terminar: respetando la declaración universal de principios de que ninguna idea por muy justa que sea justifica el terrorismo, es preciso recordar que en España se da protección privilegiada al prófugo golpista Leopoldo López de la justicia venezolana.