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La mención del presidente ucraniano al bombardeo de Gernika este martes en el Congreso de los Diputados está bien traída. Yo creo que acertó porque llamó la atención sobre un tema capital: el asesinato indiscriminado de civiles inocentes. Gernika no fue ni el primer bombardeo ni el más grave de la Guerra Civil, pero se convirtió en un símbolo gracias a las noticias, películas y, sobre todo, el cuadro de Picasso. Aquellos hechos, que todos hemos de condenar sin fisuras, estuvieron rodeados de múltiples fake news que hoy también se ven en Ucrania.

El bombardeo de poblaciones de retaguardia desde el aire se practicó ya por los japoneses en la invasión de China en 1931. Sin embargo, fue en la Guerra Civil española cuando se extendió por la aparición de modernos bombarderos italianos y alemanes. ¿Quién fue el primer en hacerlo en España? Esto incomodará a muchos, pero fue el bando republicano, más que nada porque en los primeros días era el único con medios para hacerlo. El mismo 17 de julio de 1936 bombardeó Tetuán, controlada por los sublevados, y provocó 15 muertos. En los días siguientes, atacó otras ciudades enemigas, entre ellas Palma. En julio y agosto de 1936 Mallorca sufrió un total de 46 bombardeos que provocaron 12 muertos y 49 heridos. Los pilotos tenían objetivos militares pero las bombas se tiraban a ojo desde gran altura y, obviamente, caían en las casas.

Esta terrible práctica dio un salto exponencial cuando Hitler y Mussolini enviaron cerca de mil aviones a Franco. Alemanes e italianos actuaron de manera autónoma para probar sus nuevas armas y provocaron miles de muertos y heridos. Entre los más salvajes están los de Madrid, Barcelona, Durango y Alicante.

El ataque contra Gernika fue perpetrado también por alemanes e italianos. Todavía nadie ha encontrado un documento que pruebe que la orden la dio Franco. No obstante, tampoco sabemos si los reprendió o castigó por ello. Sí sabemos que regañó a los italianos tras el bombardeo de Barcelona de marzo de 1938, donde murieron mil civiles en solo dos días. Las masacres creaban complicaciones en el extranjero, como ahora.

El bando franquista lanzó una fake new tras conocer la destrucción de Gernika: dijo que los mismos republicanos habían incendiado la villa. Por su parte, los gobiernos español y vasco aseguraban que había 1.600 muertos. Ni una cosa ni la otra. Historiadores como Alpert, Solé y Villarroya cifran la tragedia en 250. Otros estudios más recientes la rebajan a 120. Una de las mejores formas de luchar por la paz es destapar las fake news y contar la verdad.