El escritor y novelista portugués José Saramago (1922-2010), Premio Nobel de Literatura 1998, dijo: «El arrepentimiento mejor es, sencillamente, cambiar. Para qué sirve el arrepentimiento, si ese no borra nada de lo que ha pasado. El arrepentimiento mejor es, sencillamente, cambiar».
Sin cambio, el arrepentimiento es mera palabrería. Sin cambio, el arrepentimiento carece de base y este no puede ser llamado como tal. El arrepentimiento sincero exige cambio, transformación profunda, dejar atrás lo que hemos hecho mal y abrazar decididamente el bien.
El arrepentimiento no es un simple sentimentalismo, sino un cambio radical de vida para volver a actuar debidamente. El arrepentimiento es una acción concreta que borra el pasado y reinicia un nuevo camino de conducta.
1 comentario
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Me arrepiento de haber votado a unos gestores que no han cambiado nada de los anteriores.