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Es de una lógica aplastante. ¿Qué empresa que se precie de serlo tendría la sabia ocurrencia de abonar un servicio a otra empresa de la cual supuestamente no recibe beneficio?

La serie de trabajos entre comillas que llevó a cabo el inefable Enríquez Negreira para que su empresa recibiera ingentes sumas de dinero de las arcas del Barça resultan ser más negras que el alquitrán. Es harto improbable pensar que los más altos gerifaltes del club azulgrana no estuvieran al corriente de este turbio asunto, sin embargo todos callaron y nadie parece saber de dónde han salido tantos millones de euros sin existir un contrato y ni tan siquiera una explicación de los servicios prestados.

Todo apesta e invita a pensar que la gestión económica de los grandes permanece fuera de toda ética. Mas cuando el Madrid es el único que se queda al margen de los demás clubes de primera creando así un mayúsculo halo de recelo. Tebas dijo que, deportivamente, el tema había prescrito a los tres años, pero que si judicialmente la cosa iba adelante la Liga se personaría contra el Barça y Negreira.

Personalmente, creo que Tebas no es un tipo fiable, ya que esa misma contundencia que manifiesta contra el club culé dudo que la aplicara a otros. Aunque desde luego el club azulgrana sí se la merece. Llama la atención que Enríquez Negreira continúe con la boca cerrada, seguramente para que no entren moscas o aconsejado por sus abogados. Laporta, por su lado, anuncia una auditoria externa lo que sigue pareciendo una medida irrisoria en comparación con el concepto por el que se ha pagado a Negreira: informes de los árbitros. Todo más negro que Enríquez Negreira.