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El líder del PP, Núñez Feijóo, nunca lo hubiera dicho en los términos utilizados por Díaz Ayuso ante sus 65 diputados de la Asamblea de Madrid. A saber: «La izquierda está acabada ¡Matadlos!». Pero los salmos del aspirante oficial a la Moncloa van cargados de la misma intención cuando habla de «Gobierno en ruinas» mientras se remite al intercambio de insultos y descalificaciones entre las dos fuerzas políticas de la coalición, PSOE y Unidas Podemos.

De aquella madera, estas astillas. Pura reseña de la bronca dentro de UP, cuando aún está por venir la batalla Yolanda-Iglesias.

La todavía vicepresidenta segunda del Gobierno no puede decir que cuenta con Podemos. Tampoco lo puede decir Pedro Sánchez, primer interesado en la consolidación de ‘Sumar'. Por eso pone velas a Santa Moncloa para que el proyecto (votantes de izquierdas desafectos al PSOE), se convierta en su muleta parlamentaria de la próxima legislatura.

Iglesias Turrión, líder de Podemos en la sombra, quiere que su partido sea el sumando relevante en el proyecto de Yolanda Díaz. Y esa pretensión va a ser la principal causa de discordia a la hora de confeccionar las listas electorales. O sea, las cosas de comer.

El conflicto está latente. Y si no hay fumata blanca se resentirá el objetivo de salvar al soldado Sánchez en las urnas de diciembre. Para el PSOE sería letal una campaña electoral con ‘Sumar' y ‘Podemos' compitiendo por el mismo espacio. Las tres izquierdas de Sánchez -o más- contra las dos derechas de Feijóo darían lugar a una matemática desfavorable al todavía presidente del Gobierno.

Por la parte socialista espera que la otra haga sus deberes y llegue a las elecciones generales con una sola oferta a su izquierda. Pero Iglesias se ha puesto la sudadera para decirle a Yolanda como tiene que conducirse al frente de ‘Sumar'.

De momento, con primarias abiertas para que la cuestión de las listas sea un dictado de la calle y no de los despachos.