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La sinécdoque, que consiste en tomar la parte por el todo, es una figura retórica (un tropo) emparentada con la metonimia y hasta con la metáfora, pero que rebasa la lingüística y a menudo se convierte en ideología, cultura, psicología, identidad. Puesto que somos lo que hablamos, y cómo lo hablamos. Veamos un ejemplo de gran actualidad. Vinicius, ese futbolista que ha copado primeras páginas (y pantallas) por los reiterados insultos racistas que recibe en los campos de juego. Vinicius es una sinécdoque del fútbol, que a su vez lo es de España y de toda la realidad en tanto que se trata de su parte más significativa (el espejo de todo), de modo que encadenando sinécdoques llegamos a la evidencia de que el fútbol español es racista, y España también. Desde luego. Por desgracia, y de eso sabe bastante cualquier inmigrante, tanto España como la mencionada realidad, es muchísimo más racista que el fútbol, espanto que sin embargo no preocupa a nadie ni llena portadas. Igual que sucedió con las denuncias del machismo en Hollywood, otra sinécdoque del mundo, esa breve parte del todo permitió visualizar dicho todo insoportable.

Parece que sólo podemos funcionar mediante sinécdoques, no en vano la democracia, que legitima el poder la parte sobre el todo, también lo es. Y estamos en plena apoteosis de la sinécdoque, que ya ha dejado de ser un tropo, y no es que se tome la parte por el todo, sino que dicha parte constituye realmente ese todo. ¡Sinécdoque total! De ahí que muchos piensen que resolviendo el problema de Vinicius, se resuelve el racismo del fútbol, y de España, y de todo el mundo. Ah, la retórica de la sinécdoque. Que por cierto se ha extendido a todas partes. Madrid, por ejemplo, es una sinécdoque de España según todos los informativos, igual que el PIB lo es del progreso y bienestar. La política es un hervidero de sinécdoques, como la Bolsa, cuyos beneficios se toman por mejora económica general, según la conocida sinécdoque de que lo que es bueno para los ricos (la parte) es bueno para todos. En fin, creo que me he liado con tanto tropo, se me ido la olla. Ya no me caben las elecciones municipales como sinécdoque. A ver si se soluciona lo de Vinicius.