TW
2

Tenemos un Gobierno en funciones, una Real Federación Española de Fútbol en funciones, un Poder Judicial también en funciones, igual que el presidente del Tribunal Supremo en funciones, y ahora no recuerdo si la Conferencia Episcopal se encuentra asimismo en funciones, aunque seguro que Dios sí que lo está, y desde hace siglos. Dios Nuestro Señor, pero en funciones. Que todo esté en funciones es algo que alarma bastante a mucha gente, les parece anormal y signo de inestabilidad política y financiera, como si dijéramos que todo está manga por hombro, o hecho unos zorros, y de verdad que no es para tanto. Más peligroso resulta un parlamento disfuncional y conflictivo, y una oposición más disfuncional si cabe, porque eso significa que si nuestras instituciones democráticas están todas en funciones, aguantando como pueden, es que los disfuncionales somos la gente, que no hay por dónde cogernos. Estar en funciones no está tan mal, es llevadero, y el Poder Judicial ya ha demostrado que se puede permanecer así por tiempo indefinido, mano sobre mano y atusándose las puñetas. No pasa nada. Y en la tan avanzada Bélgica, sede de las instituciones europeas y refugio de uno de nuestros líderes disfuncionales, a menudo se pasan años con el Gobierno en funciones, es decir, prácticamente sin Gobierno. Y tan campantes, igual que osos invernando en estado letárgico. Yo mismo prefiero que el Gobierno siga en funciones, elección tras elección (porque la gente votará casi lo mismo una y otra vez), que un Gobierno disfuncional, de derechas o de izquierdas, fruto de oscuros pactos inexplicables. Mejor en funciones que disfuncional, porque con las capacidades de mando disminuidas, se trate del Gobierno, el Poder Judicial, la Federación de Fútbol o el mismo Dios, hasta parece que gobiernan algo mejor, al ralentí. Bueno, quizá sólo están medio anestesiados, pero funcionando. Y por tiempo indefinido, al parecer. En definitiva, que no hay por qué ponerse ansiosos y recurrir a medidas desesperadas. Mi consejo a PSOE y PP es que para desesperarse siempre hay tiempo, y más vale un país (plurinacional) en funciones que en constantes disfunciones. Disfuncional, en fin. Dónde vas a comparar.