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Sin duda, Madrid tiene una actividad cultural intensa, en la capital tenemos la suerte de tener algunos anclajes y asideros culturales que figuran entre los mejores del mundo: ¡qué se le va hacer!, así es: media docena de centros culturales potentes los tiene, lo que siempre justifica una breve estancia, desde Balears, en la capital de las Españas y del Museo de América, una maravilla que bien vale varias misas y al que no va casi nadie, siendo una verdadera joya. En cuanto a las representaciones teatrales hay siempre muchas en la capital, pero en general son, salvo contadas excepciones, de escasa calidad y al albur de lo chabacano imperante, se echa de menos teatro clásico bien hecho y obras como aquellas legendarias de ‘Estudio 1’ ejecutadas por grandes actores que hoy no tenemos. ¿Qué es lo bueno que tiene Madrid?: desde luego la Biblioteca Nacional de España (que se puede visitar y vale la pena, desgraciadamente apenas hay gente investigando en ella, en su sala central está grabado el nombre de Ramón Llull), el Museo del Prado (es el que tiene mayor calidad concentrada del mundo), el Museo Thyssen que además de lucir una colección muy variopinta suele ofrecer exposiciones temporales de gran calidad, lo mismo se puede decir de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Fundación Juan March cuyo emblema fue diseñado por el arquitecto mallorquín Gabriel Alomar Esteve; pero hay un sitio muy especial en Madrid cuya programación conviene ir consultando en internet porque ofrece conciertos de música clásica de primer nivel, ese espacio es el Auditorio Nacional, un impresionante edificio con magnífica acústica, y con varios portales en la red para sacar las entradas con antelación, antes de ir a Madrid, porque los conciertos se llenan rápidamente. De todos los conciertos que se organizan los mejores son los cuarto anuales de Hispania Conciertos (www.hispaniaconciertos.es) que se ha consolidado como un referente en la escena musical, brindando a los amantes de la música clásica en particular, y de la música en general, experiencias sonoras excepcionales que se entrelazan con las esencias artísticas de Madrid y Viena, ciudades donde se encuentran su sedes. En ese sentido, el pasado 21 de noviembre pude asistir a un magnífico concierto I Solisti Veneti con obras cumbre del barroco italiano y sobre todo interpretaron buena parte del repertorio de Vivaldi. El próximo 3 de enero, en el mismo Auditorio Nacional, actuará la Philharmonic Ensemble, formada por miembros de la Orquesta Filarmónica de Viena que ofrecerá polkas, valses, galops y marchas de la familia Strauss; es decir, algunos músicos de la Orquesta Filarmónica de Viena, nos sumergirán en la elegancia y el encanto vienés tan solo dos días después del televisado y famosísimo Concierto de Año Nuevo de Viena. La atmósfera festiva, las melodías cautivadoras y el virtuosismo impecable prometen ser un regalo musical para comenzar bien un año en el que por lo menos nos queda el refugio de la alta cultura. El 21 de febrero, La pasión según San Juan. Les deseo una feliz Navidad y próspero 2024.