Celebrar un centenario es siempre una invitación a recordar, revisar la trayectoria, y poner de relieve, recuperar y divulgar la memoria de las personalidades y los eventos que han dejado huella en nuestro patrimonio colectivo. El año 1924 fue rico en acontecimientos especiales por lo que auguro un 2024 lleno de evocaciones centenarias.
En el año que acabamos de comenzar Marlon Brando, Charles Aznavour, Danielle Mitterrand, Mario Soares y Vicent Andrés Estellés habrían cumplido cien años. En 1924 murió Lenin, Kafka, Guimerà y Salvat-Papasseit, se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos de Invierno, surgieron grandes empresas como la Metro-Goldwyn-Mayer y la Mercedes-Benz, Simon & Schuster publicó (con gran éxito) el primer libro de crucigramas, se inauguró en Barcelona la primera línea de metro, con 4 estaciones entre las plazas de Catalunya y Lesseps, y Radio Barcelona, embrión de la Cadena SER, comenzó sus emisiones coincidiendo con la llegada de la radio a nuestro país.
También en aquel año, acontecieron otras dos efemérides relevantes: nació Eduardo Chillida y se creó la Compañía Telefónica Nacional (CTNE), que fueron origen de relevantes contribuciones al arte y al progreso y que, con una cierta relación entre ellas y más allá de en lo personal, han tenido una gran influencia en nuestro entorno social.
Chillida innovó con su contribución a la escultura pública; sus obras forman parte del paisaje en el que se instalan. Es lo que sucede con El peine del viento, en su San Sebastián natal, o con El elogio, en Gijón, o con la Mesa de Omar Khayyam ubicada en el Distrito Telefónica en homenaje al matemático, astrónomo y poeta persa.
Reflexivo, religioso y atraído por la filosofía, Chillida decía del espacio que tenía una dimensión espiritual y filosófica, y se declaraba en constante rebelión contra las leyes de la gravedad. Comenzó trabajando el yeso, el hierro introdujo un cambio fundamental en su trayectoria y más tarde introdujo la madera, el acero, el alabastro, el hormigón, la cerámica y la terracota, todos materiales que conocía bien.
En 1924 se creó también la CTNE, origen de Telefónica, que contribuyo a modernizar un tejido productivo que se resistía. La posterior privatización de la empresa y apertura del mercado, los nuevos servicios, la internacionalización del grupo y la llegada de la sociedad digital en red, reflejan la evolución de nuestro país durante los últimos cien años.
Fue en los años ochenta siendo presidente Luis Solana, cuando Telefónica decidió crear una colección de arte para apoyar a los artistas españoles poco representados en los museos del momento. Chillida junto con Picasso, Gris, Fernández y Tàpies fueron los elegidos. Sobran palabras.
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