Los campus universitarios vuelven a ser los lugares donde se escenifica el no a la violencia de Estado. En esta ocasión, a la ejercida por el Gobierno israelí de Netanyahu contra el pueblo palestino. Son más de 35.000 las víctimas civiles, en su mayoría niños y muchos de ellos liquidados en hospitales o dejados morir por falta de alimentos, desde ese octubre negro en que el acto bárbaro cometido por Hamás contra civiles israelíes ha servido para que el sanguinario presidente de Israel saque su artillería pesada. Hemos llorado, hemos asistido mudos y atónitos a la matanza de los inocentes, algunos hemos salido a la calle a decir que pare este río de sangre cometido contra Palestina. Siete meses son demasiados para mantenernos atentos. Ha brotado la protesta y el no alto y claro desde las aulas. Vietnam regresa a las universidades norteamericanas, cuyo presidente Biden da su sí pero no y continúa cebando al ejército para proseguir con estos actos contra la humanidad. Algo similar a lo que ocurre con esta Europa cómplice que abastece de munición y prosigue sus alianzas mercantiles con el Estado de Israel.
Florecillas en un campo de minas
Palma20/05/24 0:30
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1 comentario
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Gràcies per l'article, molt encertat