Palma29/07/24 0:30
Desde que el feminismo se ha emperrado en quedarse y seguir adelante –porque dios sabe que es más necesario que nunca– vemos a diario pataletas, comentarios y gestos de todo tipo (muchos soeces y humillantes) que tratan de revertir un hecho incontestable: que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre y, por ende, ha de tener idénticas oportunidades. Y sí, entre esos derechos está el de no ser feminista e incluso querer parecerse a su bisabuela. Eso es lo que propugnan las tradwives, una tendencia que llega (cómo no) de Estados Unidos y que trata de reivindicar el estilo de vida de las amas de casa de los años cincuenta.
1 comentario
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La diferencia es que ahora las mujeres pueden elegir que vida llevar y me apuesto un variat a que la mayoría de hombres prefieren una mujer que sepa cocinar y les trate bien.