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La sentencia la ha dictado el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 11 de Palma, Lorenzo Crespí Ferrer, que ha aceptado la demanda que presentó el paciente. El juez condena al médico (que es extranjero) y a la clínica donde se realizó la operación a pagarle una indemnización de tres millones y medio de pesetas al paciente por los perjuicios sufridos tras esta operación.

La sentencia explica que el demandante, que ha sido representado por el abogado Gregorio San José, sufría una deformación en la fosa nasal izquierda. Se trataba de un problema estético, en un orificio de la nariz, que no le ocasionaba problemas para respirar. Sin embargo, acudió a una clínica y fue visitado por un especialista en cirugía estética, que le manifestó, según refiere la sentencia, que se trataba de una operación sencilla. Estas palabras convencieron al paciente, que decidió operarse. El joven ingresó en la clínica el 18 de agosto de 1997 y fue dado de alta al día siguiente. Pagó casi 300 mil pesetas a la clínica. Sin embargo, a partir de ese momento comenzó a padecer problemas respiratorios.

El día 28 de agosto acudió a la consulta del médico, que le dijo que aquella deficiencia era normal, y que desaparecería cuando se deshinchara la nariz. Las indicaciones del médico no se cumplieron. El paciente, no sólo no dejó de sufrir problemas respiratorios, sino que además descubrió que su nariz estaba deformada. Presentaba una deformidad que el juez califica de «silla de montar», que se traduce en una pérdida parcial de la nariz.

El afectado decidió acudir a otro médico y lo hizo en el mes de noviembre. El cirujano le explicó el origen de la lesión y le hizo un informe, que justificó la presentación de una denuncia penal contra el médico que le había operado, que finalmente fue rechazada.