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EFE-SAN SALVADOR
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha hecho un llamamiento al mundo para que no cese la ayuda a los damnificados de los dos terremotos en El Salvador, principalmente para los niños, porque son «los más afectados». Juan Fernando Aguirre, representante de UNICEF en El Salvador, dijo que tras la emergencia que han provocado los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero, «lo más prioritario son los niños, y el agua».

Las autoridades salvadoreñas registran, hasta ahora, más de 1'2 millones de damnificados por los movimientos telúricos, de los que en su mayoría son niños, según el Gobierno de este país. Aguirre remarcó que los niños son una prioridad en este tipo de desastres porque «están expuestos a accidentes -muchas veces mortales- y a daños psicológicos».

Para atender a un alto porcentaje de menores, víctimas de los terremotos, UNICEF inició un plan de emergencia a partir de la experiencia adquirida por el organismo en desastres similares ocurridos en Colombia y Venezuela. Ese plan incluye componentes de salud, educación y rehabilitación afectiva, entre otras áreas, que ha tenido excelentes resultados. El plan ha sido posible desarrollarlo con la aportación de 600.000 dólares conseguidos con la comunidad internacional.

Los objetivos del programa son contribuir con los esfuerzos similares que hacen otras agencias de desarrollo para evitar epidemias y enfermedades que atacan a los niños cuando se registran catástrofes naturales; la recuperación psico-afectiva de los menores, y su regreso a la educación escolar lo más pronto posible.