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El fiscal José Zaforteza decidió ayer imputar un delito de estafa al ex apoderado de Damián Mayol, un millonario de Sóller, quien se apoderó de 40 millones de pesetas una vez muerto su jefe. Aunque la Fiscalía no imputaba ningún delito a principio del juicio, tras la prueba el fiscal decidió imputar este delito al acusado, y también al director del banco que supuestamente colaboró en la obtención de este dinero. Pide seis años de cárcel para ambos.

«Tras la muerte de Don Damián el apoderado fue a la caza y fortuna de sus bienes», señaló el fiscal, que acusó a J.G.G.. de haber traicionado la voluntad del fallecido a pesar de que éste «había sido muy generoso con la familia». El acusado ha mantenido que había cobrado este dinero por deseo expreso de Damián Mayol, que pagaba la reforma de su casa. Tras la muerte del millonario, el apoderado exigió a la viuda de Mayol que le pagara 280 millones, tras presentarle cuatro talones firmados por su marido.