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TOMEU OBRADOR/ELENA BALLESTERO Las consecuencias del temporal han sido, además de devastadoras, históricas. Pérdidas económicas incalculables y daños irreparables en el medio ambiente son el legado dejado por las inclemencias meteorológicas. La agricultura ha sido uno de los sectores más perjudicados, agudizando así su alarmante crisis. Pinos, algarrobos y almendros de fora vila son viva imagen de la nueva situación que experimenta el campo. Biel Mas, vecino de Algaida, posee unos 280 algarrobos, y más de la mitad tienen muy difícil el sobrevivir. Mas apunta que los daños son «incuantificables».

El temporal también ha traído cortes en el suministro eléctrico y problemas en el abastecimiento de agua. En Vilafranca, la mayoría de domicilios aún no disponen de corriente, y tanto empresarios como vecinos han expresado su indignación por este estado. Estos son los casos de Sebastià Febrer, Maria Gayà y Jaume Barceló, propietarios del bar sa Plaça, una tienda frutas de la carretera, y del Tejar Moderno, respectivamente. A Febrer le han dejado una alternadora, y Gayà reconoce estar muy «apurada y nerviosa». Por su parte, Barceló lamenta las pérdidas contraídas, que ya alcanzan los cinco millones, y van en aumento. Asimismo, veinte vecinos de la Colònia de Sant Pere se dirigieron ayer al Ajuntament hartos de no recibir coordinación ni información por parte del Consistorio, al permanecer cuatro días incomunicados.

En los pueblos de interior, la peor parte se la han llevado los pinares. Así, en Selva, los árboles del parque cayeron sobre el futuro centro de formación; en Sineu, un pino de la plaza de la iglesia cayó sobre una vivienda, afectando al parque infantil vecino, y en Campanet, el párroco y el alcalde recorrieron los bares el sábado por la noche para avisar de que las tejas de la iglesia (recién colocadas y con un coste de 15 millones) salían volando.

En la costa trataban de subsanar los desperfectos de cara al temporal que se avecina, arreglando la carretera, levantando árboles caídos y devolviendo arena al mar. En Alcúdia, donde se reanudaron las clases en las tres escuelas pese a los cortes de luz y agua, el Ajuntament tuvo que prestar un generador al Insalud; en Pollença se reabrió la carretera que une el Port con el Port d'Alcúdia, y en la zona de Son Bauló, donde persistían los cortes de luz y agua, no habrá hoy tampoco en la escuela Voramar.