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El Grupo de Delincuencia Económica de la UDYCO del Cuerpo Nacional de Policía ha iniciado una investigación contra dos clanes de narcotraficantes que desde hace años están establecidos en Manacor, en concreto los Orta Gámez y los Heredia Fernández.

Como ya ha ocurrido en otras operaciones similares que se han llevado a cabo en la Isla, las investigaciones se centran únicamente en desenmascarar la estructura económica de los dos clanes. Hasta el momento los policías han encontrado diez propiedades inmobiliarias en Manacor y comarca, que han quedado intervenidas por orden judicial, así como varias cuentas bancarias. Las indagaciones al respecto continúan pero, hasta el momento, se calcula que el valor económico de lo intervenido oscila en torno a los dos millones y medio de euros (unos 400 millones de pesetas).

En el transcurso de estas investigaciones se ha constatado un dato curioso: a pesar de que ambos clanes han tenido una serie de rencillas, e incluso en dos ocasiones se produjeron enfrentamientos con disparos, muchas de las propiedades parecen ser propiedad de personas de los dos clanes. Como ha ocurrido ya en otras tres ocasiones anteriores, en las que el Grupo de Delincuencia Económica ha intervenido bienes por valor de miles de millones de pesetas a tres clanes de la Isla, esta vez se ha vuelto a «hurgar» en las personas que en varios casos aparecen como dueños de las propiedades, pero que en realidad suelen ser simples «testaferros». En las páginas de este periódico se ha denunciado en varias ocasiones que, desde hace años, por lo menos dos clanes de narcotraficantes vienen operado en Manacor, dando la impresión de que lo han estado haciendo con una cierta impunidad. Al respecto se han publicado los puntos de venta de drogas existentes en la ciudad, además de otros en la zona de es Carreró, en Porto Cristo, que en principio no están relacionados con ninguno de los dos clanes que ahora son investigados. El Grupo de Delincuencia Económica de la UDYCO comenzó a trabajar en este asunto hace ya varios meses, y desde entonces se han ido rastreando diversas propiedades de las que en principio se tienen fundadas sospechas que se han obtenido con dinero procedentes del tráfico de drogas.