María Antónia Colom residía en un piso del número seis de la calle Barón de Pinopar, en Palma.

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PEP MATAS-JAVIER JIMÉNEZ
La mujer degollada salvajemente y cuya cadáver apareció carbonizado en una cuneta de la carretera de Inca a Llubí es Maria Antònia Colom Vich, una vecina de Palma de 48 años que había desaparecido de su domicilio de la calle Barón de Pinopar hace al menos diez días. La Guardia Civil ha detenido a varios extranjeros, al parecer ecuatorianos, relacionados con el crimen, en el que además podrían haber participado más personas.

La pista clave para esclarecer el asesinato era conocer la identidad de la mujer y la Benemérita, en estrecha colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía, lo consiguió en la tarde noche del martes. Las imprentas dactilares sacadas al cadáver fueron fundamentales y una vez que se supo quién era la víctima la maquinaria policial se puso en marcha con todas sus consecuencias. De madrugada fue arrestado un ecuatoriano y horas después fueron cayendo, al menos, dos individuos más. Todos ellos parece ser que habían estado con la fallecida en algunos pubs nocturnos de Gomila, donde pudo «gestarse» el crimen.

Ayer, a las 18.00 horas, la Policía Judicial empezó en la Comandancia de Palma los interrogatorios a los sospechosos, que se prolongaran posiblemente hasta hoy. Luego, casi con seguridad el viernes, serán puestos a disposición judicial. La investigación, sin embargo, sigue abierta y se están investigando a otros extranjeros, ya que la fallecida tenía un amplio abanico de conocidos. Las indagaciones van encaminadas también a determinar en qué vehículo fue trasladado el cadáver hasta Inca y aunque de momento se ha intervenido un Seat Córdoba de color blanco, matrícula de Baleares, también se está buscando un Smart Micro con placas BZD.