El suceso ocurrió en el edificio «Dones de Can Sales». Foto: LLUIS PLANES

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LLUIS PLANAS/J.F.M.
Un británico de 30 años de edad, de nombre Robert, apareció ayer tarde muerto en su domicilio de la localidad de Pollença al sufrir un accidente doméstico. Al parecer, la víctima se desvaneció, se hizo una herida y se desangró. Esta es la primera hipótesis policial que anoche se barajaba entre los investigadores, si bien se está pendiente de que se conozca el resultado de la autopsia para confirmar o descartar esta posibilidad.

Al margen del estudio forense, los investigadores se decantan por la tesis de que la pasada noche el hombre pudo resbalar en su domicilio. Se encontraba solo y en la caída se pudo golpear contra algún mueble u otro objeto de decoración de su domicilio. Como consecuencia del golpe debió sufrir alguna herida, perdió el conocimiento y se fue desangrando poco a poco hasta que falleció.

El suceso ocurrió en el edificio de les «Dones de Can Sales», situado en Pollença. Robert llevaba viviendo en este piso casi desde que se inauguró, según confirmaron anoche algunos vecinos a este periódico. Sobre las tres de la tarde de ayer un amigo, al parecer también de nacionalidad británica, se desplazó al domicilio a visitar a la víctima. Como no contestaba, pero sabía que estaba dentro, comunicó lo sucedido a la policía, que confirmó que el morador no contestaba a las llamadas. Ante esta situación se optó por forzar la puerta y penetrar en la vivienda. Lo que en principio era una sospecha, se convirtió en una confirmación. El morador estaba muerto y además el domicilio apareció repleto de sangre, lo que hizo plantearse la posibilidad de que podría tratarse de un crimen.

Ante esta situación se comunicó lo sucedido a la Guardia Civil. Un equipo de la Policía Judicial se desplazó al lugar de los hechos y realizó una minuciosa inspección en esta vivienda de la localidad de Pollença. También se comunicó lo sucedido al juez de guardia de Inca, que hizo acto de presencia en el lugar de los hechos.