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E.PRESS-SANTIAGO
El capitán del petrolero «Prestige», Apostolus Maguras, asegura que el naufragio del petrolero se produjo como consecuencia de la colisión de un contenedor contra el casco del barco. En declaraciones que publicó ayer «La Voz de Galicia», Maguras, que permanece en prisión acusado de no colaborar con las autoridades españolas, explica que no desobedeció las órdenes para alejar el barco de la costa y que «se jugó la vida» para ayudar a los remolcadores, al trasladarse a la proa del barco para dirigir las maniobras cuando había olas de siete metros.

Sobre el apagado de los motores del barco, el capitán explica que con la inclinación del barco la velocidad disminuyó y el fuel no llegaba a los motores lo que provocó su apagado. En cuanto comprobó que podía volver a encenderlos, lo hizo. Maguras señala también que el buque tenía como destino Singapur, aunque tenía la orden de dirigirse a Gibraltar y al Canal de Suez «sin que eso signifique que el barco entre en puerto». Los abogados de Maguras han pedido su libertad o una rebaja en la fianza.

La organización ecologista Hábitat que se encarga junto con SEO-Birdlife de las labores de recogida de aves heridas y muertas a causa de los vertidos, informó ayer sobre la «desinformación y falta de medios» a los que están sometidos los voluntarios que trabajan en las labores de limpieza.

El responsable de Hábitat, Alfonso Campos informó que la respuesta de los voluntarios está siendo «masiva» y que el albergue de Gandario (A Coruña) se encuentra en estos momentos al límite de sus posibilidades. No obstante, Campos destacó que en las poblaciones afectadas, como Malpica, son sus «propios habitantes» los que acogen en sus hogares a los voluntarios.