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Jordi Miranda i Rius, portavoz de las familias de los tres empresarios catalanes fallecidos en el accidente de avioneta de Bunyola, ha criticado duramente la actuación de algunos funcionarios -sobre todo de la Guardia Civil- y la demora en los trámites para la repatriación de los cadáveres.

Miranda, que era primo hermano de Enrique Soria Miranda, el piloto del aparato, ha remitido una carta desde Terrassa en la que explica que desde que aconteció el desastre y a raíz de sus gestiones para que los restos mortales fueran enviados a Catalunya «me he encontrado dos tipos de personas». En el primer grupo «podríamos poner a los funcionarios más ineficientes que podemos pensar y serían los agentes de la Guardia Civil que me atendieron y que me dieron respuestas que pensaba que ya habían caducado como 'vuelva usted mañana' o 'las fotos en color que faltan para terminar el informe han ido a Madrid y tardarán una semana'».

En la carta, sin embargo, no todo son críticas y las familias de los fallecidos agradecen sinceramente el papel jugado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Palma y por el forense Julio López Bermejo, «que han demostrado ser la antítesis del tópico del funcionario, se han preocupado por las personas (incluso ir corriendo literalmente por la calle para conseguir las firmas en el otro lado de la calle en la Conselleria de Sanitat), han acabado fuera de su horario en un día como el 24 de diciembre y realizaron numerosas gestiones localizando jueces que estaban de vacaciones y personal que hacía falta para poder conseguir el traslado de los cuerpos».

Jordi Miranda también ha destacado la labor de la Empresa Funeraria Municipal «y su inestimable ayuda». Este periódico se puso ayer en contacto con la Comandancia de la Guardia Civil de Palma y un portavoz negó de forma categórica las imputaciones de la familia de los infortunados: «El personal de la Guardia Civil que sobrevoló la zona del accidente ese mismo día, con una niebla que no dejaba prácticamente ver, se jugó la vida y lo hizo lo mejor posible, en un tiempo récord. Queremos entender que las críticas no van encaminadas precisamente a esos funcionarios, porque sería del todo injusto», apuntaron las fuentes consultadas.